Provincia

La Guardia Civil mantiene cerrados dos calabozos nuevos por varias deficiencias

  • La actuación se incluyó en un plan de obras en el cuartel, pero está parada desde enero para solventar los problemas · Los arrestos tienen esquinas y enchufes con los que los detenidos pueden autolesionsarse

Que Puente Genil cuente con unos calabozos apropiados para la custodia de detenidos parece un misión imposible. En 2006 se cerraron los viejas dependencias de arrestos del cuartel por su mal estado. Los de la Policía Local se inundan y no han sido recepcionados pese a que han pasado varios años desde su edificación y ahora, además, los dos nuevos calabozos que se estaban construyendo en el actual cuartel de la Guardia Civil tampoco están operativos porque presentan varias deficiencias.

Según ha podido saber El Día, esta actuación en el acuartelamiento de la calle Miguel Romero de Puente Genil forma parte del plan de obras menores que puso en marcha la Dirección General de la Guardia Civil en el vetusto edificio y a través del mismo se han eliminado numerosos desconchones en el inmueble, se han adecentado tres pabellones y se inició la obra de construcción de dos calabozos para detenidos. No obstante, esta última parte se paralizó en enero de 2008 porque los arrestos presentaban algunos problemas. Entre ellas está que el habitáculo cuenta con esquinas peligrosas, el cuarto de baño carece de puerta pero sí tiene una salida de luz eléctrica y otra serie de deficiencias que no permiten garantizar la integridad física de los detenidos en caso de que alguno de ellos decidiera, por ejemplo, autolesionarse.

De momento, los agentes están a la espera de que la empresa constructora subsane los problemas. Hace unos días, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) volvió a quejarse de que en una de las ciudades donde más detenciones se producen, como es Puente Genil, no dispongan de calabozos y tengan que transportar a los detenidos a otras localidades -como Lucena o Palma del Río- o incluso a las dependencias de la Comandancia en Córdoba. Según algunas fuentes, a lo largo del año se realizan como mínimo unos 130 traslados a otros lugares y cada patrulla invierte unas tres horas en cada uno de ellos, tiempo en el que esos agentes dejan de prestar servicios de seguridad.

De hecho, más de dos años -desde enero de 2006- lleva Puente Genil sin unos calabozos en los que custodiar a los detenidos. Antes de esa fecha, los apresados pasaban a unas dependencias en el cuartel de la Guardia Civil, si bien el propio Ministerio del Interior ordenó su clausura por su mal estado. La AUGC culpa de la situación al Ayuntamiento pontanés, ya que por ley le corresponde este tipo de dependencias, si bien desde el Consistorio se esgrime que los calabozos de edificio de la Policía Local tienen una serie de deficiencias -goteras sobre todo- que no permiten su apertura e incluso aseguran que esa parte de la obra no se recepcionará hasta que se solucionen los problemas.

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