La Diputación reforesta taludes en dos carreteras próximas al cauce del río

El Servicio de Carreteras de Delegación de Acción Territorial de la Diputación ha iniciado los trabajos de restauración de taludes con especies vegetales en dos carreteras de Puente Genil, en concreto la CP-155 de la Ribera Baja y la CP-188 los Pagos del Charcón, labores que venían siendo solicitadas por el Ayuntamiento de Puente Genil y que han contado con el asesoramiento técnico de la empresa municipal Egemasa.

Con estas acciones se pretende la estabilización de los taludes frente a la erosión por las lluvias, así como el embellecimiento de los mismos. De esta manera, además de crear nuevas superficies con vegetación natural se disminuirán los costes de mantenimiento de estas infraestructuras derivados de la acumulación de barros en cunetas y calzadas. Ambas carreteras, que fueron arregladas en los años 2004 y 2007 respectivamente al modificarse sus trazados primitivos a causa de la inestabilidad del terreno por su cercanía al río Genil y canteras de arcilla, fueron sometidas a importantes movimientos de tierras, quedando al final una serie de taludes desnudos que estaban deteriorándose con las lluvias.

El Ayuntamiento pontanés tenía especial interés en la actuación sobre el talud de la carretera de la Ribera Baja, o coloquialmente de La Barca, que por sus grandes dimensiones y visibilidad origina un importante impacto ambiental. De hecho, este frente de color blanco ocupa un considerable espacio de la cuenca visual del Parque de la Galana, por lo que su reforestación mejorará el entorno paisajístico del casco urbano y del río.

La restauración se está llevando a cabo mediante hidrosiembra en los taludes menores y plantación manual en el anteriormente descrito, utilizándose semillas y plántulas de retama. Esta especie, común en la localidad, es muy resistente a la sequía, coloniza bien terrenos degradados y fija nitrógeno al suelo, favoreciendo la implantación posterior de nuevas especies. La plantación se está realizando de forma masiva para compensar la probable pérdida de muchos pies a causa de la mala calidad del terreno, al tratarse de arcilla. Asimismo, para evitar los daños por los conejos, muy abundantes en esta zona, se están colocando protectores.