Poco a poco, la vida regresa a los campos cordobeses tras superar el estado de alarma. La Asociación Caballista Jesús Morales ha protagonizado este sábado su primera gran actividad en la nueva normalidad, consistente en una ruta a caballo que ha partido de Santaella y ha llegado hasta la laguna del Donadío. El presidente del colectivo, Rafael García, ha destacado la alta participación, medio centenar de caballistas, y ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento santaellano.

Los caballistas han hecho una parada en la ermita del Valle, patrona del municipio, donde el párroco Francisco José Gil ha impartido la bendición. El objetivo de la asociación es repetir las rutas en otros puntos de la provincia y, de esta manera, poner su granito de arena en la proyección del turismo rural, que resultará clave en la economía de los municipios cordobeses. 

La laguna del Donadío está incluida en el programa Paisajes con Historia de la Delegación de Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba, que recientemente instaló nueva señalización con una inversión de 5.100 euros para hacer más singular este humedal, uno de los más singulares de la Campiña Sur cordobesa. Se trata del itinerario número 39 incluido en el programa provincial, que desde hace años traza itinerarios con interés naturalístico, histórico, paisajístico y etnográfico en los municipios de la provincia.

El sendero incluye algunos cambios significativos respecto al anterior. En primer lugar, la modificación de la ruta, con un tramo final que ahora es más amable y accesible. Y, en segundo lugar, añade a la riqueza natural del entorno las viñas ecológicas de Bodegas Robles, una de las plantaciones de pedro ximénez bio más importante del mundo.

La ruta de la laguna del Donadío, como destaca el Ayuntamiento, tiene un sinfín de atractivos, entre los que se encuentra la variedad de cultivos como el ajo, algodón, girasol, hierbas aromáticas, viñas ecológicas, calabacín, pimientos, trigo, cebada, hinojo y olivos, entre otros, que el visitante puede encontrar a lo largo del camino. La ruta, además, atraviesa el río Cabra, un "hervidero de vegetación y fauna".

El Donadío es también hábitat de una gran variedad de aves, entre las que destacan el ánade real, la malvasía cabeziblanca, el calamón, flamencos, el pato cuchara, zampullines, fochas o garzas reales. De hecho, se han identificado 100 especies de aves, de las cuales 84 se encuentran bajo protección legal.