LA aportación de la Junta para la construcción del centro de congresos se resolvió ayer en una reunión que comenzó a las 17:30, esa hora en que cantan las chicharras y las persianas bajadas advierten que la siesta se prolonga más de lo debido. Casi a la misma hora, cuando quien está en la calle es por razones de urgencia máxima, se reúne hoy el patronato de la Fundación Córdoba Ciudad Cultural que, probablemente, decida quién asumirá la gerencia de la misma, un asunto pendiente desde hace un buen puñado de años. El año pasado se decidió el futuro del aeropuerto en un caluroso 31 de julio, momento en el que se comenzó a trabajar en su ampliación. Con estos antecedentes, parece que los problemas de esta ciudad llegan a su fin cuando el termómetro se encuentra en lo más alto. El calor induce al consenso, a la voluntad de diálogo, al acuerdo entre las partes divergentes. El invierno no es tiempo de negociaciones.