Un día en la vida

Manuel Barea

mbarea@diariodesevilla.es

Al sol de marzo

No votan y no saben que están en una estadística sesudamente estudiada cada vez que hay elecciones

El excesivo brillo de este sol tempranero me hace concebir cuán oscuro me he vuelto ('El sol este marzo'. Wallace Stevens)

LA ciudad se mueve hasta en los lugares de mayor quietud, como el parque al pie del único rascacielos, junto al río que surcan los barcos para turistas y en el que pescan jubilados y parados sentados en sillas playeras. Yo escucho 1969 de los Stooges, erizados como el agua verdosa debido a la ventolera. ¿Dónde está la actualidad de esta gente que aguarda a que el sedal se tense? ¿Qué vota esta gente? Si es que va a votar. ¿Les importa el Gobierno? Ellos no le importan al Gobierno. Estas personas no leen el periódico. Los periódicos no se ocupan de ellas. Aunque yo esté escribiendo ahora sobre ellas. En verdad, lo único que estoy haciendo es mirarlas, observarlas. Hay una gitana con un rodete sentada en una de esas sillas playeras, es la mujer de uno de los hombres que pescan. Dos jóvenes llegan en bicicleta, las tiran y se apalancan en las escalinatas del muelle y se sacan de los bolsillos del chándal una lata de Coca-Cola y se encienden un porro. Estos tampoco leen el periódico (ni en el móvil, que lo tienen para otros asuntos), pero al observarlos decido que voy a sacarlos en estas páginas. Según Kenneth Rexroth, "cuando los periódicos no tienen nada de qué hablar, arremeten contra los jóvenes". ¿Qué pensarán esos dos? No tienen trabajo. Miran a los que pescan. Esos dos no votan. A lo que (no) hacen se le conoce como abstención. No saben que forman parte de una estadística que es sesudamente estudiada cada vez que hay elecciones. ¿Y no serían determinantes si todos los que son y están como ellos se acercasen un domingo electoral a votar y votasen todos al mismo partido? Uno de los dos dice algo y el otro ríe escandalosamente. Los pescadores ni se inmutan. Los piragüistas se afanan contra la corriente. Hay niños muy pequeños jugando en la hierba. Su madre no los vigila. Este parque todavía está limpio.

Parece como si no pasara nada pero todos sabemos que pasan cosas. En una planta del hospital hay ancianos en el último minuto de su vida y en otra hay bebés saliendo del vientre de su madre. El alcalde está visitando un barrio y les dice a los vecinos que le ayuden a seguir siendo alcalde y en otro barrio su adversario les dice a los de éste que el alcalde tiene que ser él. Los dos deberían acercarse una mañana al río a hablar con los hombres que pescan y con los jóvenes tumbados al sol.

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