Cuando queremos, somos los mejores

Casi se me saltan las lágrimas el otro día cuando vi a los chavales de Cocinillas dando el cheque al Banco de Alimentos. Casi veinte mil euros, que se dice pronto, para que no le falte de comer a quienes peor lo están pasando. Eso sí que es una buena causa, de las mejores que puede haber, me parece a mí.

Este año quiero ir a echarles una mano con lo del menú solidario, que luego cuando veo las fotos yo sé que eso me tiene que gustar a mí, y mucho, porque el buen ambiente que hay se transmite, que hasta se puede sentir, y eso no es fácil que pase. Y esta gente se podía limitar a hablar del Córdoba, a reunirse en un bar y poco más, y no, que hacen esto porque les da la gana y dedicando parte de su tiempo, que seguro se lo quitan a sus familias y a sus amigos.

Todo eso hay que valorarlo como se merece, al igual que lo que han conseguido estos años implicando a tanta gente, que cada vez son más y más. Y es que cuando queremos, los cordobeses somos los mejores, pero en todo, y en ayudar a la gente más que nadie, porque tenemos un corazón que no nos cabe en el pecho. Eso es lo que les pasa a los de Cocinillas, que se les nota a la legua, que son buenos para reventar, y es que solo hay que mirarlos a la cara.

Yo no los conozco personalmente, aunque sí tengo amigos que lo son de ellos, como es el bueno de Salvador Alba, el de Gestión y Calor, que siempre está echando una mano en lo que haga falta, que a cordobesista y a buena gente no hay quien le gane. Ojalá un millón como él. Y como se suele decir, quien se rodea de buena gente, es porque él también lo es.

La semana pasada tuvimos un fin de semana de cal y arena en lo deportivo, que el Córdoba perdió en El Arcángel, o como quiera que se llame ahora el estadio, que algo he leído, y el Futsal ganó en Vista Alegre, y por lo visto haciendo un partidazo de los grandes. Ayer las tornas se cambiaron y el Córdoba ganó en Tenerife para instalarse en la zona tranquila, y eso siempre es muy bueno en fútbol, que te hace jugar más tranquilo. Y del nombre del estadio ya hablaremos más despacio, porque anda que le van a poner Julio Romero de Torres, o Séneca, Averroes o el Pele, que vaya cosa más rara se quieren inventar.

El Futsal está encontrando ya su camino, la verdad, y cada vez juega mejor, por eso no creo que vayan a pasar apuros a pesar de caer ayer en Burela. En fin, que lo importante es seguir teniendo opciones y ganas de que pasen buenas cosas, que luego ya vendrá todo lo demás, o como se quiera decir. Y en eso los cordobeses estamos muy bien, que sacamos buena nota. Como la gente de Cocinillas, que menudo ejemplo, de los que hay que imitar, y mucho, que cunda.