
Envío
Rafael Sánchez Saus
Vista a Portugal
Érase una vez
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, confesaba este martes estar “muy enfadado” por el “maltrato permanente” del Gobierno central a esta comunidad en materia de infraestructuras ferroviarias y por el “caos” generado con la suspensión de la línea de AVE entre Madrid y Sevilla, tras el robo de varios metros de cable en la vía.
Dice el presidente Bonilla que “Andalucía no se lo merece”… Y lleva razón, tanta como que tampoco se merece cerrar 2024 con las listas de espera quirúrgicas más abultadas de toda España, ser la que mas demora registra de todas las CCAA en este terreno, ni que los andaluces que lo necesitan tengan que esperar seis meses para entrar en un quirófano, tres veces más que un madrileño, o un mes más que un vasco.
Andalucía no se merece que su presidente solo haya conseguido reducir esas listas de espera en un 5%, a pesar de que nos prometió hacerlo en un 60%, eso sí después de “invertir” más de 280 millones de euros, de los cuales 119 fueron a parar a las cuentas de resultados de sus amigos de la sanidad privada.
Los andaluces tampoco se merecen que el tiempo de espera para acceder a prestaciones de dependencia duplique al que tienen que soportar en el resto del país, eso a pesar de una “simplificación administrativa” que todo lo iba a resolver, pero que sin embargo solo ha hecho que promediar 600 días de demora, casi un mes más de lo que nuestros dependientes tenían que esperar hace solo un año.
Seguro que Andalucía no merece ser la comunidad española con más niños en riesgo de pobreza, con nada menos que el 44% de los andaluces menores de 18 años en esa situación, según la encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística.
Por supuesto que Andalucía no merece tener PIB per cápita y la renta per cápita más bajos de España, ni mucho menos liderar el desempleo, o que casi el 10% de los hogares andaluces tengan a todos sus miembros en paro, tras seis años de gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla
Estamos absolutamente seguros que si el presidente de la Junta de Andalucía está superenfadado por el descalzaperros del AVE, motivado por un robo de cable, comprenderá que los andaluces estén que escupen por un colmillo ante el panorama en que su Gobierno ha sumido a esta tierra desde que ocupa el Palacio de San Telmo.
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