La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Piropos, no me digas piropos

No hay novedad en los elogios de Moreno a Espadas, salvo que ahora reitera los piropos al mismo tiempo que le toca los costados

Tengo claro que tenemos un buen presidente de la Junta por tres razones principales: cultiva muy bien el perfil institucional, no genera escándalos y podemos estar muy tranquilos cuando nos representa de Despeñaperros hacia arriba. No suelta ningún "canijo" y se expresa muy bien en los medios capitalinos y hasta en Radio Euskadi. Pero cómo olvidar el tiempo en que Moreno dio su mejor talla, que fue en los meses previos a las elecciones autonómicas, cuando vio cómo su partido preparaba su funeral político. ¡En sus propias narices! Y el hombre aguantó como un jabato. Algunos ven una novedad en los elogios que el hoy presidente andaluz ha dedicado esta semana al alcalde de Sevilla, el socialista que se perfila para la carrera autonómica. Pero Moreno ("Llamadme Juanma") ya glosó la figura de mi Juan (Espadas) en octubre de 2017, en una sesión celebrada a puerta cerrada, que es donde se dicen las verdades sin maquillajes ni imposturas. El malagueño ha sido probablemente el que mejor ha trazado el perfil del actual alcalde de Sevilla. Así se lo dijo a los concejales del PP en la capital en aquel cónclave: "Sevilla no es Andalucía, donde ganamos una vez y no pudimos gobernar desgraciadamente. En Sevilla hemos gobernado con Soledad Becerril y con la mayoría histórica de Juan Ignacio Zoido. Aquí hay mucha gente que ya ha cogido una vez la papeleta del PP y, como la ha cogido, son susceptibles de que la cojan otra vez. Es verdad que Juan Espadas es un hombre moderado, una persona agradable, el típico hombre que se esfuerza por agradar a todos. A mí me ve y desde la otra punta me dice: "Presidente, ¿cómo estás?". Juega a eso. A ser centrado, moderado, agradable y sin aristas". ¡Para que no digan que Moreno no dice lo mismo por delante y por detrás! Está claro que la fama de desahogados que tenemos los andaluces no se corresponde con este presidente. Moreno conoce perfectamente a Espadas, lo definió como "tringular" y, por cierto, en esa misma sesión abogó por nombrar cuanto antes a los candidatos a la Alcaldía de las ocho capitales andaluzas. Nada nuevo en el discurso de Moreno sobre su más que probable rival en las urnas autonómicas. Haría bien mi Juan en ponerse algodones en los oídos para no dejarse llevar por los piropos de Moreno cuando creía que nadie lo contaría, y ahora, cuando ya le están buscando a Espadas hasta la cuenta del banquete de la primera comunión. Moreno sabe sufrir en silencio. Y tocar los costados en público. Hagan caso uno y otro del fandango. "No eches piropos a nadie, que te puede equivocá. Ayer miré a una morena, y me di cuenta muy tarde que era un tío con melena".

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