En el tejado

F.J. Cantador

fcantador@eldiadecordoba.com

Patios: la vida sigue igual

El concurso de los Patios de Córdoba cumple cien años. La cita por excelencia del Mayo Festivo cordobés, la única a la que la pandemia no va a ser capaz de borrar del Mayo Festivo de 2021 -tras cargarse de nuevo las Cruces, la Cata y la Feria-, es ya centenaria, pero para ella cien años no son nada, está más viva que nunca y, como cantara Julio Iglesias, para ella la vida sigue igual. En esta centenaria edición participan por primera vez Santa Marta, 10 -el patio del monasterio de Santa Marta, de la comunidad de religiosas jerónimas-, que se podrá visitar en la ruta Regina-Realejo; Julio Romero de Torres, 15, el patio de Carola Reintjes, toda una enamorada de la cultura de los patios, que está incluido en la ruta Judería-San Francisco; y San Basilio, 17, en la ruta de Alcázar Viejo, el patio de Juan Bautista Onetti, que vuelve al concurso después de no hacerlo desde 2014, cuando su dueña era Blanca Ciudad.

Otro de los que retorna es San Basilio, 40, el Patio de la Costurera, de Araceli López, también en Alcázar Viejo, como también retorna en Alcázar viejo Martín de Roa, 2, en esta ocasión con Meritxell y Ara Valle, hijas de la anterior, a la cabeza.

Por contra, en esta centenaria edición se va a echar de menos a Duque de la Victoria, 3, el patio de Manuel Morales y Paula Mantero, ubicado en la ruta de Regina-Realejo y que este año han decidido no presentarlo a concurso, uno de los recintos más veteranos del certamen municipal que ya aparecía inscrito en el mismo en 1933. También se va a echar de menos al patio de Zarco, 13, el patio de Santiago Hernández, quien sí tenía intención de abrirlo pero al que la comisión que valora quien participa y quien no lo hace no le permitió pasar el corte, como tampoco se lo permitió al patio de Jacinto Muñoz e Iluminada Zafra, el patio de Alfonso XII, 29.

Una pena que los visitantes de las rutas de Santa Marina-San Agustín -donde estaba ubicado el primero- no puedan contemplar ese singular patio que Santiago Hernández abre en homenaje a su abuela, Julia Alonso, quien ya lo abría al público hace décadas.

Como también va a ser una pena que los visitantes de la ruta Santiago-San Pedro -donde estaba ubicado el segundo- no puedan disfrutar de ese patio en tonos verdes -por el color de sus plantas- que suele oler a azahar y a jazmín y en el que Iluminada suele exponer bellas creaciones en forma de muñecas.

Y, cómo no, la edición 2021, la del centenario, va a echar de menos también a toda una señora de los patios, a Elisa Pérez, quien se marchó en agosto de 2019, año en el que pese a que, "ya estaba malita", como bien afirmaba, no faltó a la cita de vestir su patio, el de Pozanco, 21, para abrirlo al mundo. Lo dicho, para los Patios cien años no son nada. Para los Patios, como cantara Julio Iglesias, la vida sigue igual.

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