Cataluña, triunfante, ¡volverá a ser rica y plena!. Espero que sí pero seguro que así, no. Este es el comienzo Els segadors. Ay, los himnos. Un amigo editor escribía el viernes en las redes que son músicas que se toman demasiado en serio a sí mismas. Por lo general, las espigas y el trigo van bien y el enemigo invasor que nos debe temer. Les luthiers tiene un número fantástico al respecto. En este caso la música original procede probablemente de una canción de tono erótico de fínales del XIX, adaptada por Francesc Alió. La letra actual es de Emili Guanyavents, aunque se basa en un romance popular del siglo XVII con el Conde-Duque de Olivares de por medio.

Yo reconozco que con los himnos me ocurre un poco como con la banderas. No termino yo de… Claro que La Marsellesa, La Internacional… Venga, voy a confesarles una debilidad. Juegos Olímpicos. Montreal 1976. Bañadores azul marino, con un toque de cobalto en mi memoria. Y arriba del podio Kornelia Enders, su cuarto oro. Aquella generación fue apodada las walkirias. Suena el himno de la República Democrática Alemana. A ver, es raro, ¿Un niño seis años fan de la Alemania comunista? ¿hormonas? un poco joven, ¿no?. Pudiera ser el himno ¿recuerdan el himno? Inmenso.

Su compositor fue Hanns Eisler, quien allá por los años veinte del pasado siglo llegó a Berlín, por entonces ciudad de intensa experimentación. Allí trabajó estrechamente con Bertolt Brecht, cuya conversión al marxismo sucedió casi en la misma época. Como no podía ser de otra manera, después de 1933, la música de Eisler y la poesía de Brecht fueron censuradas por el Partido Nazi. Ambos artistas pasaron a la generación de exiliados anti-nazis que buscaron refugio en Estados Unidos. Unos años después sería uno de los primeros artistas de la Lista Negra de Hollywood. En dos interrogatorios del Comité de la Casa Blanca para Actividades Antiamericanas, el compositor fue acusado de ser "el Karl Marx de la música". Eisler regresó a Alemania y se estableció en Berlín Este. Ahí compuso el himno nacional de la RDA y canciones de cabaret con poemas satíricos. Al poco tiempo fue atacado por los censores comunistas. Irónicamente, menos de cinco años después de que fuera deportado de los Estados Unidos por su abierto apoyo al comunismo, Eisler fue forzado nuevamente a testificar en audiencias donde su lealtad política fue cuestionada. Menuda historia. Me encantan este tipo de personas. Hoy, dos enlaces de Katarina Witt La Reina del hielo. Budapest 1988 y Tokyo 1985. La segunda versión es más lenta. Espero que lo entiendan.

Enlaces:

https://www.youtube.com/watch?v=aWO2gparlPE

https://youtu.be/BKRvMdLqtjM?t=1m8s

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