En tránsito
Eduardo Jordá
Vivienda
A la sombra ?de los olmos
Llevamos muchas semanas viendo en los informativos de las televisiones imágenes escalofriantes del exterminio que Israel está llevando a cabo contra la población palestina de Gaza. El mismo asco y repulsa que me producen estas imágenes, lo he sentido y siento ante las imágenes de los ataques terroristas de Hamas que dieron inicio a este negro periodo bélico.
Pero en esta tribuna quiero poner el énfasis en el espeluznante espectáculo que nos ofrece Israel día tras día bombardeando y masacrando a la población palestina de Gaza sin piedad alguna. Las imágenes son impactantes aunque de corre el riesgo de que muchos terminen anestesiados ante tanto horror.
Y si las imágenes son impactantes, más estremecedor aún me ha parecido el relato que he escuchado estos días de boca de Ricardo Martínez (miembro destacado de Médicos sin Fronteras recién llegado a España desde aquella zona), que explica con precisión absoluta los horrores que esta agresión de Israel está generando a la población civil palestina. Es evidente que Israel está ejecutando un auténtico genocidio con numerosos crímenes contra la humanidad que deberían ser juzgados y castigados con toda dureza.
Es por todo ello que no cabe otra posición que exigir el cese de las agresiones de Israel contra la población civil y la actuación del Tribunal de la Haya contra los responsables del genocidio y, en especial, contra Netanyahu como primer ministro de Israel. Reconstruir Gaza y reconocer el Estado palestino deben ser pasos a dar, junto a la ayuda humanitaria urgente a la población gazatí.
Resulta paradójico que (como consecuencia de la confrontación política del PP con el Gobierno), haya quien critique a Pedro Sánchez decirle a la cara a Netanyahu que basta ya de esta agresión, al tiempo que se condena con la misma convicción los ataques terroristas de Hamas y se exige la liberación inmediata y sin condiciones de los rehenes israelitas en su poder.
En esta asunto solo cabe estar del lado de las víctimas y ser conscientes de que Israel está sembrando un horizonte de tempestades que puede abonar un futuro conflictivo en la zona por muchos decenios.
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