Carta abierta de Jorge Luque

NO quiero dejar que pase el tiempo y perder la oportunidad de dar mi versión sobre la situación que he vivido. Nunca en un periodo de fichajes se ha escrito tanto sobre mí sin haber dicho nada y sin hacer referencia a lo meramente deportivo.

Aquéllos que no conocéis mi historia debéis saber que me fui de casa con apenas catorce años y que desde entonces mi objetivo ha sido volver. Lo conseguí hace dos años de la mano de Lucas Alcaraz y es el mejor regalo que me han hecho después de mis hijos. Durante dos años he podido vivir junto a mis padres y mis hermanos, mis hijos han convivido a diario con su familia e incluso he visto nacer al más pequeño de ellos en mi ciudad. Esto ha sido lo más grande que el fútbol me ha dado en los últimos años. A los que penséis que me he ido de Córdoba por cuestiones económicas os digo que simplemente no he tenido la sensación de que realmente interesase deportivamente y, además de parecerme respetable, entiendo que los jugadores estamos para atender las necesidades de un equipo y un club, y yo no entraba deportivamente en éste. Mi lucha con este club ha sido temporal y no económica pero entiendo que el que se despidió de El Arcángel siendo capitán no contaba para el nuevo cuerpo técnico. Con esto quiero que cada cordobés aficionado o no al Córdoba tenga claro que me voy de Córdoba con la cabeza muy alta, con la tranquilidad del trabajo bien hecho y con la seguridad de que he hecho todo lo posible por tener El Arcángel bajo mis botas. Empiezo una nueva etapa en Elche contento, ilusionado y sintiéndome querido y apreciado por mi trabajo, de nuevo lejos de casa pero cerca de corazón. Gracias a Córdoba y al Córdoba por cada tarde vivida, gracias por las que nos quedan por vivir y gracias a la afición por cada minuto. Volveré a mi casa sintiéndome orgulloso de ser cordobés y de haber vestido esa camiseta, y dedicándole a la grada mi aplauso más sincero.