Todos hemos escuchado que los esquimales distinguen 30 tonalidades diferentes de blanco y que tienen 40 nombres distintos para lo que nosotros llamamos simplemente "nieve". Y se preguntarán, ¿esto para qué?

Es cierto que para encontrar trabajo no es muy útil, ni para pagar la hipoteca, pero allí si es útil y mucho. Imagínense que no distinguieran entre un oso polar y una bola de nieve, entre el hielo duro y el que se rompe al acariciarlo. Para nuestros amigos esquimales es vital notar la diferencia y para nosotros, en el cálido sur, también es interesante esta distinción si atendemos al análisis que encierra este hecho.

Rodrigo Jokisch ya nos mostró el valor de las distinciones que conforman las interpretaciones. En la medida que tenemos interpretaciones más ricas de la realidad, tenemos una mayor comprensión del fenómeno y, por tanto, podemos aprender más, saber más, enriquecernos más.

En estos tiempos es difícil no generalizar, es un ejercicio sencillo, no requiere de análisis ni de esfuerzo, pero esta pereza intelectual nos puede llevar a que el oso nos dé un buen susto. Y claro, como no somos capaces de distinguir los treinta blancos que nos regala la naturaleza, no estamos entrenados para distinguir los matices de nuestra vida cotidiana, por ejemplo el del Premio "Madre y Maestra de Vida". Un premio organizado por el Obispado de Córdoba y destinado a aquellas alumnas de la Universidad de Córdoba que, habiéndose quedado embarazadas, hayan decidido no abortar. Dotado con 2.000 euros y un diploma de honor, "quiere valorar la protección al ser humano desde el momento de la concepción en el ámbito de los jóvenes universitarios".

Esta terrible iniciativa que demoniza el aborto al asimilarlo al asesinato y que le pone precio, no sé si a la vida o al sacrificio o a qué, 2.000 euros para ser más exactos, es un perfecto ejemplo de la incapacidad absoluta para analizar la realidad con todos sus matices.

Las sutilezas nos salvan la vida, y también la inteligencia. Mi deseo para este año nuevo es la defensa de los matices, que como en la obra Cuadrado blanco sobre fondo blanco de Malevich, nos muestre la grandeza de una libertad de pensamiento que detecta las diferencias y estimula la inteligente acción.

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