Reloj de sol

Joaquín Pérez Azaústre

Años Luz

06 de marzo 2009 - 01:00

LA nieve es la codicia de una luz, una reminiscencia en movimiento de la distancia natural entre el deseo y nosotros. Araceli S. Franco ha publicado el libro de poemas Años Luz, que es vaciedad del tiempo en el espacio y la ambición consciente de la nada, en la editorial cordobesa La manzana poética. El poeta Paco Gálvez creó esta editorial un día, y ya nos ha regalado varios éxitos; sobre todo, si entendemos el éxito como una cualidad de alma y del espíritu. Decir alma, en poesía es bordear la esfera azul gaseosa de la cursilería panza arriba, pero también dijo Rilke: "Atreveos a decir manzana", por lo que habrá que atreverse a decir alma también. Ahora decimos alma, y espíritu, y cualidad coral de las dos voces, para referirnos a esta muy hermosa editorial, modesta y con hondura, que ya ha dado alegrías como el libro La prosa del soldado, en el que José Luis Rey mezcla diario de juventud, poemas y traducciones, erudición y crítica, esa prosa diaria del soldado entrenada en la vida para pulir el arco del poema.

Ahora, La manzana poética nos regala Años Luz, un hermoso libro de Araceli S. Franco que araña la textura de las láminas en una intimidad verbal de asombro. Quizá el deslumbramiento de este libro resida esencialmente en una honestidad de la propuesta, en su huida consciente de la voluptuosidad poética, con una voluntad de transparencia que se vuelve conciencia del asombro despierto. Así, en Teorema, dedicado a su padre, escribe Araceli S. Franco: "En el perfecto conjugar / La ciencia y la paciencia / los días se disuelven en memoria, / Recorren sus pasillos vaporosos. / Él no sabe / Que la vida también es matemática. / Ella ignora: / La trigonometría pagó el alquiler / del mes pasado. / Un gesto irreflexivo: / No hay más compás que el que la vida marca / Ahora la maquinaria absurda se detiene / Y duerme, recogida el alma por un lazo. / Las horas quietas, / El futuro anclado, / Y el gato azul de Prusia entre los brazos". Éste es un gran poema, es la revelación de la experiencia dormida convertida en acecho de la imagen. Sucede también con el titulado En la muerte de Claudio Rodríguez, con un verso que es don de la ebriedad reconocido: "Porque el agua es como la luz, / Nace su cauce de la herida misma". Hay que leer este libro de Araceli S. Franco porque está escrito con verdad, porque encierra sin duda más poesía que la poesía más oficial. El poeta, como el escritor o el novelista, sobre todo ha de saber escuchar el latido continuo de lo ajeno. Araceli S. Franco, linarense de amplia proyección radiofónica en Córdoba, no va de poetisa porque es una verdadera poeta silenciosa.

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