La Gloria de San Agustín

Rafalete

Año bisiesto...

Ya tenemos todo el pescado vendido, que se acabó la Navidad por este año y de vuelta a la normalidad, que tampoco pasa nada, me parece a mí

Jóvenes abrigados cruzan el Puente Romano.

Jóvenes abrigados cruzan el Puente Romano. / Juan Ayala

Esperemos que no se cumpla el refrán que habla de los años bisiestos, porque la verdad es que no es muy bonito, precisamente, que prefiero no repetirlo vaya que se cumpla. Luego está ese que habla del año de nieves, que hasta podría cumplirse si baja la temperatura, que por ahí andan diciendo que viene tela de frío.

Esperemos que de ser verdad lo del frío que va a llegar, que sea por poco tiempo, que hemos tenido una Navidad muy de invierno, de las más frías que recuerdo de los últimos años. Y es que no nos acordamos, pero en septiembre nos pasamos los días diciendo que la Navidad la íbamos a pasar en mangas de camisa, y nada de eso, que hemos tenido que ponernos el abrigo y las bufandas, vaya que sí.

Así de abrigados despedimos el año, que la verdad es que lo pasamos en grande, y eso que empezamos a eso del mediodía y ya enganchamos con todo, que la verdad es que tenemos tela de aguante. Fue un día muy bonito, la verdad, que no le faltó de nada, pero nada es nada. Hasta las uvas nos las comimos bien, que ni me sobró ni me faltó alguna como otros años. Yo creo que fue posible porque mi hermana las compró sin pepitas y la verdad es que se nota tela, que son más fáciles de tragar, lo que yo les diga. Y todo lo hicimos en orden, sin apreturas, disfrutándolo, que es como mejor se pueden hacer las cosas. Hasta nos pusimos de acuerdo para escoger la cadena para ver las campanadas, que por eso hay lío en muchas casas en los últimos años.

Bueno, pues como se suele decir, que ya tenemos todo el pescado vendido, que se acabó la Navidad por este año y de vuelta a la normalidad, que tampoco pasa nada, me parece a mí. Es que a veces la normalidad sienta la mar de bien, y eso que luego esperamos con ansias las fiestas, pero cuando son tan seguidas y tan intensas como las que hemos acabado de tener, como que cansan un poco, y hasta un mucho. Que la verdad es que acabamos comiendo a disgusto porque nos pasamos siete pueblos, que eso pasa en todos lados, que nos hemos tirado una semana comiendo sobras.

Nada de lo que extrañarse, que todos los años viene a pasar lo mismo, chispa más o menos. Este año los Reyes me han dejado algo que me ha gustado mucho, un libro que se llama Y tu Córdoba, ¿qué?, donde un montón de gente escribe cosas de nuestro equipo, incluido Pedro Campos. La verdad es que me ha encantado, porque son momentos que todos los cordobesistas hemos vivido mucho y que llevamos dentro de nuestra memoria. En fin, a taparse que sigue el frío y dicen que viene un poco más. También es lo normal.

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