La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Aguas turbias sobre Doñana (II)

El PSOE sobreactúa en su oposición al plan, con Ribera llamando señorito a Juanma y Celis hablando de terrorismo

El PSOE ha olido sangre en el asunto de los regantes en el entorno de Doñana y no va a soltar así como así la presa amablemente servida por el Gobierno andaluz del PP. Lo tiene todo a favor: Doñana es un icono intocable a nivel internacional, la defensa del medio ambiente está arraigada como pocas cosas dentro de la Unión Europea, la comunidad científica se arremolina con unanimidad en torno al cambio climático y los argumentos de la Junta resultan de una solidez cuestionable. No hay color.

Tan fácil lo ven que en cuanto Pedro Sánchez dio el pistoletazo de salida contra la proposición de ley de PP-Vox en el Parlamento andaluz, ministros y portavoces oficiales y oficiosos salieron en tromba a denunciar la ocurrencia culpable de la derecha conservadora. Sobreactuando y caricaturizando. Como la vicepresidenta y ministra del ramo (del ramo de la Ecología), Teresa Ribera, atribuyendo la autoría del proyecto a "la arrogancia del señorito" que "desde su pequeña esquinita" estaría haciendo un daño inmenso a los onubenses, a Andalucía, a Doñana y al conjunto de España. ¿Señorito Juanma Moreno? ¿Esquinita la comunidad más poblada de España? Vamos, anda. O como el vicepresidente del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, en otro tiempo tan juicioso y sosegado, que ha definido la proposición de ley de la Junta como "terrorismo medioambiental", en arriesgada comparación. Lo más cercano que hay en la política española al terrorismo, medioambiental o ambiental total, son los cinco diputados de Bildu, aliados preferentes del Gobierno que defiende Celis. El currículum de dicho grupo parlamentario a este respecto es francamente insuperable.

Con todo, el PSOE andaluz y español están en el lado correcto en la actual polémica de Doñana, aunque algunos de sus portavoces evidencian con este radicalismo verbal la fe del converso. Hace catorce meses, con motivo de la propuesta del PP semejante a ésta que decayó por la convocatoria de elecciones, el grupo parlamentario socialista encabezado por Juan Espadas se abstuvo en la votación de la iniciativa pro regantes, y el propio Espadas se las tuvo tiesas con la vicepresidenta Ribera, que le reprochaba no haber votado en contra. Entonces no le pareció tan mal porque admitía la existencia de un problema social en la comarca. Por lo demás, el PSOE hizo poco desde la Junta en sus muchos años por acabar con los regadíos ilegales en Doñana.

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