ENTREVISTA · CARLOTA ÁLVAREZ BASSO

"Es obvio que el proyecto necesita una mayor inyección económica"

  • La gestora gallega afronta su nuevo trabajo al frente del organismo responsable de la candidatura Córdoba 2016 con la certeza de que la ciudad está preparada para aspirar con muchas opciones a la Capitalidad

Desde el pasado lunes, la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural de Europa está vinculada indisolublemente a su nombre. Carlota Álvarez Basso (Vigo, 1964) quiere dejar claro que no es más que una profesional que viene a realizar un trabajo. No tiene recetas mágicas, pero sí experiencia, ilusión y fe en el proyecto.

-En los últimos días su nombre y su imagen han ocupado portadas y primeras planas de los periódicos cordobeses. ¿Le sorprende la expectación generada en torno a usted?

-Sí. A lo largo del verano ya me habían llamado muchos periodistas. Sabía que había mucha expectación, pero la sorpresa el lunes fue grande. A más expectación, mayor responsabilidad. De hecho, todavía estoy un poco nerviosa. Habría preferido que el nombramiento se hubiera tomado con mayor naturalidad.

-Del estudio que ha hecho de la candidatura cordobesa, ¿qué conclusiones saca?

-Creo con sinceridad, y con objetividad, que Córdoba es una de las ciudades que mejor situadas están desde todos los puntos de vista. Goza de lo que se conoce en sociología como capital simbólico: un prestigio y una fama a nivel nacional e internacional que son muy difíciles de conseguir y que muy pocas ciudades en el mundo poseen. Esto supone una primera batalla ganada muy importante. En segundo lugar, su patrimonio es difícilmente igualable. Las figuras que ha aportado a la historia de España y a la historia universal son de una talla incomparable: Séneca, Maimónides, Averroes, el Gran Capitán, Juan de Mena... Todos ellos han aportado conocimiento a la cultura universal. Esto es algo objetivo. Por otra parte están los programas culturales de la ciudad: el Festival de la Guitarra, Animacor, La Noche Blanca del Flamenco... Yo analicé todo esto y vi que era una candidatura con posibilidades.

-De las rivales, ¿cuáles considera que están mejor preparadas o que pueden plantear una competencia más dura?

-No quisiera dar nombres. Me sorprende el pesimismo que hay en Córdoba. Si analizamos los planteamientos de las otras ciudades, encontramos que Córdoba no está retrasada ni está llegando tarde a ningún lado ni lo está haciendo mal. Las otras ciudades están más o menos al mismo nivel que Córdoba, más allá de que, a mi juicio, Córdoba ha realizado una labor de investigación muy seria. Una de las ciudades acaba de hacer unas jornadas sobre la Capitalidad con participantes que son colegas míos, gente con la que trabajo regularmente pero que no aporta una mirada externa nueva sobre el proyecto. Las personas que va a traer la oficina de la Capitalidad a finales de mes son figuras internacionales que vienen a Córdoba a hablar de sus experiencias de Capitalidad Cultural y que son las que a nosotros nos interesan. Cuando decidí presentarme pensé que lo primero que había que hacer era un Libro Blanco, y me he encontrado con que ya está elaborado. Me he encontrado con que Córdoba, a través de la oficina de 2016, ya ha hecho unos estudios que yo, como socióloga, habría tenido que plantear. Respecto al programa que tenemos que realizar, no estamos retrasados, hay tiempo. No entiendo esa sensación que hay en la ciudad de que "estamos llegando tarde a esto como llegamos tarde a todas partes".

-El pesimismo crónico del cordobés...

-Por eso es necesario que haya una mirada de fuera. He estado entrando en foros, en páginas web, en blogs, incluso leyendo chistes sobre cordobeses... Hay que aprender algo sobre la cultura del sitio adonde se va a trabajar. Y he pensado: menos mal que yo no vengo con esa mirada. Estamos muy bien de tiempo y a tiempo de hacer las cosas bien. Mi temor era el tiempo que nos iba a llevar la investigación sociológica, pero todo eso está muy avanzado.

-Se insiste mucho en la necesidad que tiene la Fundación de captar recursos económicos. Es un compromiso que usted ha asumido desde el primer momento.

-Sí, es una labor que va con el cargo y es uno de los primeros objetivos en que me tengo que centrar. Pero también he dicho que yo soy una profesional, no una maga. No llego con una varita mágica que pueda solucionar todos los problemas. La Capitalidad es un tema de todos: la ciudad entera tiene que participar. Hace falta el apoyo de las administraciones públicas, las empresas privadas, el sector turístico, los ciudadanos... Sin eso, por mucha profesionalidad o mucho patrimonio que haya no se puede construir nada. Vamos a tener que arrimar el hombro todos. Por otra parte, es obvio que el proyecto necesita una mayor inyección económica para que tenga resonancia fuera de Córdoba: en Madrid, Bruselas, París..., y también en toda Andalucía.

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