Cultura

La mañana más ilusionante del año

  • Los niños salen a primera hora de ayer a los parques y las plazas de la ciudad para estrenar los juguetes que Sus Majestades dejaron la noche anterior junto a los zapatos y el árbol de Navidadl generosidad Melchor, Gaspar y Baltasar no sólo dejan regalos en casa de los pequeños, sino también en las de sus familiares más cercanos, como los abuelos o tíos.

Los niños fueron ayer más madrugadores que de costumbre. El nerviosismo por la visita de Sus Majestades de Oriente a sus casas durante la noche del 5 al 6 de enero hizo que la mayoría de los pequeños estuvieran en planta a primera hora de la mañana para abrir los envoltorios y empezar a disfrutar de los juguetes con los que llevan soñando los últimos meses.

Aunque el tiempo no acompañaba demasiado, los parques amanecieron ayer llenos de niños montados en bicicleta, paseando sobre patines o probando sus camiones. También se vieron patinetes, carritos de muñeca y pelotas de fútbol.

Sin embargo, las preferencias en cuanto a distracciones han cambiado en los últimos años a favor de las últimas tecnologías, y esto se dejó notar en las calles. Las videoconsolas, los ordenadores o los teléfonos móviles están ganando la batalla a los juguetes tradicionales, por lo que cada año es más frecuente ver a pequeños enganchados a las llamadas maquinitas o aparatos de tercera generación.

Jorge, de cinco años, sin embargo, recibió el trailer con el que llevaba soñando tanto tiempo. Sin pensárselo dos veces, se echó a la calle con sus padres para disfrutar del mayor entretenimiento del año. Ángel, de apenas 4, estrenó su flamante bicicleta en el Plan Renfe. A Ana, por ejemplo, le regalaron una cocina con todos los detalles, mientras que a su hermano le tocó la granja de Play Movil de toda la vida.

Aunque Melchor, Gaspar y Baltasar son los que deciden que llevan a los niños en función de cómo se hayan comportado durante el año, los padres tienen mucha responsabilidad en los juguetes que Sus Majestades entregan este día a los pequeños. "Debemos de fomentar los juegos didácticos, aquellos que potencien la creatividad y la imaginación, sobre todo en los más pequeños", decía ayer Conchi, mientras ayudaba a su hija a llevar el patinete que le habían traído.

Los Reyes Magos, además, cada año son más generosos, y no sólo dejan presentes en las casas de los niños, sino también en la de sus abuelos y tíos, por lo que la ilusión se triplica la mañana del 6 de enero. Andrés, por ejemplo, tras abrir el Arcá de Noé y el libro que le habían traído en su casa, empezó el recorrido para recoger los demás presentes que sabía que habían llegado a su nombre a casa de sus familiares.

Aunque no es lo más frecuente, el de ayer también es un día de desilusiones, puesto que algunos niños no recibieron lo que esperaban y se tuvieron que conformar con otro regalo. El motivo es diferente, desde precios astronómicos de algunos juguetes, que llegan a superar incluso los 200 euros, hasta la imposibilidad de encontrar un producto concreto, como ha ocurrido con la Casa de Mickey Mouse, que se agotó varias semanas antes del día de Reyes.

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