Arqueología

El antiguo Egipto contado en fragmentos que llegaron a Córdoba

Piezas de la colección de Rafael Blanco Caro.

Piezas de la colección de Rafael Blanco Caro. / Juan Ayala

La Real Academia de Córdoba posee una de las mayores colecciones del antiguo Egipto que hay en España, concretamente una de 347 piezas que el catedrático Rafael Blanco Caro le donó post mortem como miembro de la institución desde 1924. Desde 2013, por el estado ruinoso del edificio de la Academia, se custodia en los fondos del Museo Arqueológico de Córdoba, donde se ha habilitado una exposición temporal para acercar vestigios de otro período histórico a solo unos metros de los restos que reviven la Qurtuba islámica o la Corduba Romana. 

Blanco Caro participó en las excavaciones que se realizaron en Nubia en los años 60 y en las tareas españolas de ayuda y conservación de patrimonio en Egipto en la zona que iba a inundar la presa de Asuán, una labor que el país africano agradeció con el traslado, piedra a piedra, del Templo de Debod, instalado cerca de la Plaza de España de Madrid en la década de los 70. 

De esas expediciones fueron cosechadas, mayoritariamente, las 158 piezas que se mostrarán desde este 22 de julio hasta el próximo 22 de enero de 2023. Fundamentalmente, son utensilios de ajuar doméstico o de cosmética, datados entre el siglo VII a.C. y el IV a.C., que evocan actividades de la vida cotidiana, así como algunos estuches con papiros que hacen referencia a la escritura antigua.

También hay una parte dedicada a la religión y a las prácticas funerarias, donde destacan figuras de distintos dioses y fragmentos de sarcófagos. Como curiosidad que puede despertar el interés de los asistentes, se abordan temáticas como la magia y la superstición, aportando los clásicos escarabeos (por su forma de escarabajos peloteros) que se comercializaban y servían como amuletos de vida y de poder den la civilización egipcia.

Para completar la exposición, el Museo Arqueológico ha programado una conferencia con la participación de la conservadora del Museo Arqueológico Nacional, Esther Pons, quien además de ser especialista en el antiguo Egipto, fue una de las encargadas en catalogar la colección en los años 80.

Es una exposición muy "exótica" cuya intención, debido a la gran cantidad de piezas de pequeño tamaño, es "homenajear el formato de los pasados gabinetes de antigüedades, precursores de nuestros actuales museos", ha señalado la directora del Museo Arqueológico de Córdoba, María Dolores Baena, orgullosa por darle sitio a otra riqueza patrimonial que no es la original de Córdoba.

Baena no ha dejado escapar la oportunidad para agradecer públicamente a la Real Academia que pensara en su momento en el Museo Arqueológico como sede para depositar la colección de Blanco Caro, que se tuvo que trasladar por la "vía de urgencia". En ese sentido, la directora del museo ha asegurado que ya sí se cumplen los requisitos de depósito según establece la normativa. 

Por su parte, el miembro de la Real Academia de Córdoba, Diego Medina, ha apuntado la "gran fortuna que tenemos de que esta colección se ha puesto en valor, porque la ciudadanía de Córdoba y todos los que la visiten van a a tener la oportunidad de ver algo que no es frecuente en España", aunque, una vez termine la exposición temporal, lo más seguro es que las piezas vayan de vuelta al depósito, ya que ni el museo ni la Academia pueden garantizar un espacio en el que perdure la obra.

Reconociendo ese déficit de espacios a disposición que existe en comparación con los "magníficos" fondos que se tienen en los museos, la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Cristina Casanueva, ha resaltado la importancia de insistir en la programación de estas exposiciones temporales para que la ciudadanía pueda disfrutarlos.

La exposición muestra la mayoría de las piezas ordenadamente por funciones, a la vez que se individualiza cada una dentro del conjunto y se emplea también un criterio jerarquizador de los materiales, con el fin de destacar aquellas piezas de mayor calidad artística o mayor significación. Este planteamiento exige información complementaria, para ofrecer explicaciones funcionales de las piezas, al mismo tiempo que identifica cada una de ellas.

La delegada de Cultura ha destacado que “una de las singularidades de la exposición es la idea de crear una atmósfera para que el visitante se adentre en un gabinete de antigüedades, precursor de los actuales museos, en un homenaje a los coleccionistas de la época”. Casanueva ha resaltado la importancia de esta exposición “debido a la escasez de colecciones egipcias en España por lo que los cordobeses y aquellos que nos visitan tienen la oportunidad de disfrutar de una muestra de calidad”.

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