Cultura

La estructura del Centro Rafael Botí quedará concluida a finales de este mes

  • Una vez terminado el edificio de la plaza Judá Leví deberá ponerse en marcha una tercera fase de acondicionamiento, para la que la Diputación no ha destinado ninguna partida específica en 2008

El edificio que acogerá el esperado Centro de Arte Rafael Botí, un espacio cultural y expositivo instalado en pleno corazón de la Judería, se erige por fin en la calle Manrique tras dos años y medio en los que se han sucedido periodos de trabajo con prolongados estancamientos.

La empresa constructora del espacio cultural tiene previsto finalizar el alzado de la estructura a finales de este mes o comienzos de febrero, según comunicó a el Día el delegado de Gobierno Interior y vicepresidente primero de la Diputación, Fernando Expósito, que igualmente informó de que la institución provincial no ha previsto ninguna partida específica para este año al espacio cultural, al que aún le queda una última fase de acondicionamiento antes de que los fondos pictóricos y artísticos de la Fundación Botí puedan ser trasladados. "No se vio conveniente poner un dinero que no se iba a ejecutar", manifestó, al igual que confirmó que "como mínimo hasta 2009" no se podrá vislumbrar el fin definitivo de las obras.

Precisamente, el último tramo de acondicionamiento del centro (consistente en los acabados de albañilería, instalaciones de equipamientos de fontanería y electricidad, calefacción o conexiones multimedia, entre otros) requerirá la mayor inversión realizada hasta el momento -alrededor de un millón de euros-, que sumados a los casi 470.000 invertidos en la primera y segunda fases (cimentación, estudio arqueológico y construcción del edificio) elevarán el presupuesto final hasta los 1,4 millones, según las previsiones actuales de la Diputación.

Expósito declaró que, no obstante, la última fase será la más costosa pero también la más rápida en su ejecución. "Las obras de cimentación se retrasaron porque la situación del solar, en plena Judería, y la aparición de restos arqueológicos obligaron a que los trabajos se hicieran casi de forma manual; esto provocó que la primera fase se alargara de forma interminable".

La intervención que actualmente se lleva a cabo es la más palpable para los ciudadanos puesto que ya se pueden observar las tres plantas del edificio, situado frente a la plaza Judá Leví y que acogerá los fondos de arte contemporáneo de la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí, entre los que destacan las firmas del propio Botí, Rodríguez Luna, Pedro Bueno, Pepe Espaliú o Equipo 57.

El sótano y las tres alturas de las que consta el centro, que suman alrededor de 1.400 metros cuadrados, serán destinadas a zonas de archivo, área administrativa, restauración, almacenes y varias salas aptas para conferencias y exposiciones. Asimismo, la terraza del edificio también será acondicionada para la celebración de actos culturales al aire libre.

Una vez finalice esta segunda fase de intervención, adjudicada a la empresa Incode S. A. por un importe de 254.000 euros, quedará pendiente la puesta en marcha de una tercera y última fase consistente en la adecuación de la estructura a su función expositiva y cultural, así como la dotación de contenidos del centro.

El anuncio del inicio de las obras de este nuevo centro de arte contemporáneo se remonta a finales de los 90, si bien no fue hasta 2002 cuando se realizaron las primeras catas arqueológicas en el solar, que dieron como resultado restos de un antiguo patio califal y un fragmento de mosaico romano (este último fue limpiado, debidamente documentado y protegido con posterioridad).

No obstante, el proyecto tomó verdadero impulso dos años después, cuando el entonces delegado de Gobierno Interior, Emeterio Gavilán, presentó públicamente el proyecto arquitectónico diseñado por José Chastang, y que todavía se mantiene vigente. Ocho meses después, en junio de 2005, el presidente de la Diputación, Francisco Pulido, asistió a la colocación de la primera piedra del edificio y se anunció su presupuesto total, 1,2 millones, así como la fecha de su culminación, finales de 2007.

Durante 2006 se desarrolló la primera fase de las obras, consistente en la excavación y cimentación del edificio, labor que fue adjudicada a la empresa Mondisa S. A. y cuyo coste rondó los 140.000 euros, a los que se sumaron cerca de 72.000 destinados a obras complementarias de arqueología.

En septiembre del pasado año comenzó la segunda fase de construcción (actualmente en curso), adjudicada a la empresa Incode S. A. por un importe de 254.500 euros.

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