josÉ maría pérez zúñiga. escritor

"Cuando escribo me guío por la intuición, no por las modas"

  • Entusiasta de la tradición vampírica, el autor se sirve de ella en su nueva novela, 'Para quien no brilla la luz', para abordar candentes problemas sociales

El escritor José María Pérez Zúñiga, en su despacho de la Facultad de Derecho de Granada.

El escritor José María Pérez Zúñiga, en su despacho de la Facultad de Derecho de Granada. / laura anaya

"Olvídense del ajo, las estacas y los crucifijos. Si los vampiros existiesen, serían como nosotros, con todas nuestras virtudes y todos nuestros defectos". José María Pérez Zúñiga (Madrid, 1973) lee estas líneas, puestas por él mismo en boca de uno de los personajes de Para quien no brilla la luz. Para él, estas pocas palabras definen el leitmotiv de esta novela que acaba de publicar la editorial Berenice última novela, un thriller ubicado en el barrio madrileño de La Latina, donde una misteriosa mujer, la Dama Negra, está dejando tras de sí un rastro de sangre. A partir de aquí, el escritor y profesor de la Universidad de Granada reflexiona sobre la oscuridad que encierra el ser humano y que él ve reflejado en problemas sociales por desgracia muy vigentes, como la prostitución, la crisis económica y el racismo.

-¿Por qué quiso escribir sobre la figura del vampiro?

La literatura que a mí me interesa es la que es capaz de ofrecernos otra visión del mundo"

-Es una figura que me atrae desde pequeño. Lo fantástico, lo irracional, puede estar en la génesis misma del género, desde Cervantes, y hay no en vano una tradición bastante aristocrática en torno a los vampiros. Es uno de los grandes arquetipos de la humanidad porque representa aquella parte de nosotros que no podemos explicar y esa es una de las limitaciones del ser humano, que puede imaginar mucho más de lo que puede hacer. Por eso se vale de símbolos y mitos. De cualquier forma, es una metáfora; el vampiro, por ejemplo, podría ser perfectamente un toxicómano.

-¿Ha perdido peso o fama el mito del vampiro?

-A los montruos y los géneros les afectan las modas, pero la figura del vampiro es antiquísima. Se puede rastrear su origen hasta el año 600 a. C. en China. En mi caso, no me interesan las modas, por lo que no considero que me influyan a la hora de escribir. Me guío por la intuición, por lo que me apetece escribir en cada momento. Mis novelas son muy eclécticas, siempre parto de la fantasía para jugar con la realidad y mezclar géneros.

-¿Por qué decide que su protagonista sea una vampiresa?

-Me atraía ponerme en su piel para tratar asuntos como la prostitución. De hecho, en esta novela el único personaje que hace realmente lo que quiere es ella.

-¿Por qué ubica sus novelas siempre en sitios reales?

-Quería tratar un tema fantástico pero de un modo natural. Siempre pensamos en escenarios exóticos para situar esta clase de historias, pero no tiene por qué ser así. Yo hablo desde mi mundo. Y La Latina es un barrio multicultural y multirracial en el que se aprecia la evolución de la inmigración en España y los problemas sociales que se han generado alrededor de ella.

-¿Diría que la suya es una visión pesimista de la sociedad?

-No lo creo. Uno de los personajes más importantes de la novela habla de un concepto de Jung, la sombra. Se refiere a esa parte del ser humano que no reconocemos. Muchas personas parten de la limitación de no poder hacer todo lo que quieren, van interiorizando una parte de sí mismos que es más oscura y eso puede llegar a apoderarse de ellos. En el fondo, esa es también un poco la idea del vampiro. Y pienso que es también en parte una de las causas de los problemas sociales. Muchas cosas no se tratan abiertamente, sino que se esconden o reprimen, de ahí que haga un paralelismo entre la figura del vampiro y la prostitución o las drogas.

-¿Cree que una novela puede ayudar a alguien a tomar conciencia de determinados problemas en su entorno más cercano?

-Por supuesto. La literatura se caracteriza es por ser capaz de ofrecernos otra visión del mundo. Esa es al menos la literatura que a mí me interesa.

-¿Es usted optimista, se cuenta entre quienes piensan que, pese a todo, la literatura goza de buena salud en estos tiempos?

-Creo que la salud de la literatura es muy fuerte porque no en vano lo que nos caracteriza a los seres humanos es el uso del lenguaje. Lo que nos ayuda a desarrollarnos personalmente es el uso del lenguaje, la profundización en el lenguaje, el desarrollo del lenguaje y el sentido de la narración, que es una forma de profundizar en nuestro propio pensamiento y en la propia naturaleza humana.

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