Compañía: LaSal Teatro. Reparto: César Guerra y Rubén Martín. Dirección: Julia Ruiz. Fecha: miércoles 8 de julio. Lugar: Sala Reina Victoria. Lleno.

Un público familiar disfrutó en la sala Reina Victoria con La voz se me hace agua, última producción de la compañía LaSal Teatro. La obra presenta a Olmo y Chopo, dos amigos que viven en un mundo donde el agua dejó de ser un bien escaso para convertirse en un tesoro perseguido y racionado. Los dos personajes, obsesionados por conseguir este elemento, llegan a un lugar donde se cuenta que existía agua en abundancia. Una vez allí, encuentran una ristra de objetos abandonados por el desuso con los que comienzan a contar historiar que giran alrededor del agua. En sus relatos, realidad y ficción se confunden. Tanto se dejan llevar por su imaginación que sin darse cuenta consiguen encontrar aquello que buscaban. A partir de ahí se despiertan en ellos emociones desconocidas hasta entonces y que por momentos los confunden. Al final, la lealtad que se profesan les hace salir airosos y unidos para un nuevo viaje.

El montaje muestra una ambientación que evoca el aspecto de un lugar carente de humedad, con colores arenosos asociados a la aridez. Toda la minuciosidad buscada de la escenografía y sus elementos podría pasar desapercibida de no ser por el trabajo de los dos actores. César Guerra y Rubén Martín nos ofrecen una lección interpretativa, dando vida a un texto lleno de juegos de palabras. En algunos momentos logran tal compenetración y frescura que parece que improvisan en escena. Su generosidad deleitó a pequeños y adultos, que aplaudieron con entusiasmo al finalizar la obra.

Con La voz se me hace agua, LaSal Teatro consigue cumplir diez años como compañía profesional. Su continuidad en el tiempo se debe al cariño y el mimo que emplean en la realización de sus montajes, y prueba de ello son los premios que cosechan con cada uno de ellos. No cabe duda de que de seguir en esta línea de trabajo posiblemente LaSal cumpla una década más. Felicidades y suerte.

Compañía: Nía. Reparto: Migue López y Sylvie Nys. Dirección: Sylvie Nys. Fecha: miércoles 8 de julio. Lugar: Casa de la Juventud. Lleno.

La Feria de Teatro en el Sur abrió sus sesiones matinales en la sala de la Casa de Juventud con Chiqui Chico, espectáculo infantil de la compañía Nía. La obra cuenta cómo Chiqui y Chico se conocen y fraguan su amistad a lo largo del tiempo. Comenzando por el lluvioso otoño y acabando con el calor del verano, la complicidad de ambos crece con cada juego que inventan. Su imaginación les llevará descubrir colores, formas, sabores, olores, sonidos, ritmos, paisajes y lugares. Un viaje lleno de sensaciones y emociones que les une para siempre.

La compañía presenta una escenografía que parece haber sido sacada del cuaderno de dibujo de un niño cualquiera. Los objetos de escena nos adentran en el modo de jugar típico de la infancia y conecta con el público a quien va dirigido. Sylvie Nys (Chiqui) y Migue López (Chico) realizan un trabajo excelente en el que predomina el cuerpo sobre la palabra. Sus acciones unidas a la interacción con los más pequeños que asistieron a la obra favorece que su duración (45 minutos aproximadamente) no se haga pesada.

No hubo distracciones durante la representación, salvo los típicos tonos y politonos de algunos adultos a los que, tal vez al creer que la obra no iba destinada a ellos, se les olvidó silenciar el móvil. Incluso hubo alguno que tuvo el detalle de contestar a la llamada. Todo un ejemplo para los más pequeños.

Nía pretende acercar con esta obra a través del teatro, además del ritmo y la música, uno de los bienes más preciados en la vida como es la amistad. Su verdadero reto está en llevar el mensaje a las edades con las que trabaja, entre 18 meses y cinco años, algo que raramente se plantea una compañía de teatro, aunque sea infantil. Alabamos su valiente propuesta.