Pirateando | Crítica

La vida pirata se vive mejor…

Un momento de la puesta en escena de 'Pirateando'.

Un momento de la puesta en escena de 'Pirateando'.

El Teatro Góngora abrió sus puertas este domingo en horario especial matinal para adaptarse a las nuevas restricciones que por desgracia padecemos, y un nutrido grupo de familias no quiso perder su cita con la escena viva para ver Pirateando de Uno Teatro.

El creativo texto de Ricardo Luna nos presenta a Bea y Luis, una pareja de niños entusiasmados por vivir aventuras como las de los libros que leen. La llegada de una misteriosa botella con un mensaje en su interior será la chispa que encenderá la magia de un viaje que los conducirá a islas exóticas y épocas pasadas: correrán peligros, conocerán multitud de personajes y descubrirán tesoros hasta que al fin regresen al lugar donde comenzó todo.

Para contar esta bonita historia, Uno Teatro ha desplegado lo mejor de sus recursos técnicos y artísticos. La sencilla caja negra se desvanece desde el inicio para revelar un impresionante videomapping, realizado por la experta mano de Miguel Ángel Ramos, que acompaña la escena y refuerza de manera sobresaliente la ambientación con sus cambios.

Dentro de cada precioso marco, el magnífico trío de profesionales formado por Lúa Santos, Nieves Palma y Ricardo Luna manipulan y prestan su voz a un ejército de marionetas confeccionadas al detalle por Alejandro Bueno. Su buen hacer atrapó la atención del público asistente, el cual disfrutó de la representación y así lo demostró con el cálido aplauso que ofreció al elenco al finalizar la obra.

Emily Dickinson, poetisa del siglo XIX dijo: "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro". Ahora que viajar es prácticamente imposible, sería una buena opción. Sigan su consejo y abran un libro.

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