Niño Ruven y Víctor Mayol, unidos en un revolucionario dúo: "El flamenco no nos tiene que limitar, sino inspirarnos para crear desde el amor”
Flamenco
Bajo el nombre de VICTOR Y RUVEN, el fagotista de Doña Mencía y el coreógrafo murciano lanzarán su primer 'single' en agosto mientras preparan su gira por España
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Córdoba/Este mes de junio, dos artistas con mucha esencia cordobesa anuncian su unión. Se trata de dos embajadores de sus tierras, dos voces propias dentro del flamenco actual: Niño Ruven (Doña Mencía, 1997) y Víctor Mayol (Murcia, 2004). Juntos son uno solo, un dúo artístico y sentimental que nace para explorar el flamenco desde lo compartido y lo profundamente sincero. El joven cordobés, creador y único exponente mundial del fagot flamenco, y el joven murciano, reconocido bailaor y coreógrafo, se juntan bajo el nombre de : VÍCTOR Y RUVEN como uno de los dúos más prometedores y revolucionarios del sector.
Pregunta.¿Cuál fue el punto de partida para esta nueva etapa que emprenden juntos?
Respuesta.Fue el 1 de junio del año pasado cuando actuamos juntos por primera vez. Desde ese momento sentimos una conexión que iba mucho más allá de cualquier colaboración con otros artistas. Cuando nos reconocimos como pareja fuera del escenario, supimos que era cuestión de tiempo trasladar esa unión también al ámbito artístico.No tenía sentido seguir por caminos paralelos cuando los dos estábamos persiguiendo el mismo destino. Esto no va a significar, ni mucho menos, dejar de ser quienes somos. Todo lo contrario, es una forma de reafirmarnos. Siempre nos hemos inspirado el uno al otro, y llamarnos VÍCTOR Y RUVEN no es más que ponerle nombre a algo que, desde hace tiempo, ya latía dentro de nosotros.
P.¿Qué creen que os diferencia de otras propuestas dentro del flamenco actual?
R.No existe una propuesta como la nuestra: un dúo formado por un bailaor y un instrumentista que no solo toca un instrumento ajeno al flamenco tradicional como es el fagot, sino que también zapatea y forma parte activa de la puesta en escena. No somos ni un músico ni un bailaor al uso, y creemos que ahí radica precisamente nuestra distinción. Queremos que nuestra seña de identidad sea esa performance que construimos juntos, donde el sonido y el cuerpo se entrelazan, dándole peso a los elementos netamente flamencos que pueda utilizar un instrumentalista o un bailaor.

P.¿Cuál es la esencia que quieren trasmitir como dúo?
R.Un espacio propio, honesto y auténtico. Con nuestro espectáculo actual, Inherencia: Resonancias de nuestra niñez, queremos trasladar el proceso de búsqueda que ambos hemos vivido dentro de nuestras disciplinas y que nos ha llevado a convertirnos en los artistas que somos hoy. Independientemente del proyecto, buscamos expresar un mensaje íntimo, pero a la vez con la fuerza suficiente para que se escuche en todo el mundo. Nuestras raíces son siempre el punto de partida, pero las abordamos desde una mirada contemporánea y vanguardista, explorando nuevas formas de entender la danza y las músicas tradicionales, proponiendo una estética que también conecte con la generación a la que pertenecemos.
P.Ruven, ¿cómo ha evolucionado el concepto del fagot flamenco desde que lo creó hasta ahora?
R.Desde el principio, el fagot flamenco ha sido para mí una extensión de mi propia forma de sentir. Desde su nacimiento hasta el momento en que decidí reconstruir por completo su sonoridad, su técnica e incluso la construcción del instrumento para integrarlo plenamente al entorno del flamenco han sido diez años intensos llenos de experiencias inolvidables, pero también de mucho esfuerzo. A decir verdad, el camino empezaba a volverse cuesta arriba… Y fue justo en ese punto tan decisivo cuando apareció Víctor. Él me ayudó a integrar definitivamente el zapateado en mi discurso y a darle a mi música la dimensión con la que siempre había soñado. Con él comencé una nueva etapa sin darme cuenta. Su presencia ha marcado un antes y un después en mi carrera y en mi vida porque, a decir verdad, encontré mucho más de lo que buscaba: alguien que me acompañara en mis locuras, que me escuchara y que creyera en mí.
P.Víctor, ¿qué le aporta bailar con un instrumento tan poco convencional como el fagot?
R.No es solo bailar con un fagot, sino con el universo de Niño Ruven. En su sonido no solo hay flamenco, en él se encierra todo un mestizaje de culturas que han convivido con la nuestra. Ecos de lo popular, lo clásico y una visión contemporánea. Todo eso me da pie a salirme del flamenco más tradicional, a explorar otros lenguajes, otros movimientos y, sobre todo, a buscar mi propia voz dentro de esa convivencia mutua. Ambos creemos que el flamenco no nos tiene que limitar, sino inspirarnos para crear desde el amor, para encontrarnos con lo que realmente somos.
P.¿Ha habido referentes que os hayan inspirado?
R.Nos han inspirado numerosos dúos que han dejado una huella imborrable en la historia del flamenco, como Camarón de la Isla y Paco de Lucía, o Lole y Manuel. De estos últimos nos llega especialmente cómo forjaron su música desde una relación sentimental. En el ámbito del baile, admiramos el trabajo de Daniel Doña y Cristian Martín, así como el de Eva Yerbabuena y Paco Jarana. En el flamenco, al igual que en otras expresiones artísticas, existen muchas parejas, aunque casi siempre una de las dos acapara el foco mediático y social. Nosotros tuvimos claro casi desde el principio que no queríamos que uno opacara al otro. Por eso VÍCTOR Y RUVEN no es un nombre que hayamos anunciado por mera cortesía, porque ambos formamos parte de una misma visión y de un proceso creativo compartido.
P.¿Cómo describen el impacto personal que esta alianza ha tenido en sus vidas?
R.Es una maravilla compartir escena con alguien que también es tu pareja. Para nosotros esta unión es un ejemplo de cómo el amor puede convertirse en un motor creativo. Nos ha permitido trabajar de una forma completamente nueva, desde una libertad que nunca antes habíamos experimentado. Por eso, esta alianza no es simplemente un dúo, un grupo -aunque en nuestros espectáculos contemos con otros músicos en directo- o una compañía, aunque en el futuro contemplemos propuestas con cuerpo de baile. De hecho, VÍCTOR Y RUVEN no es solo el propio proyecto artístico, sino la forma que tenemos de observar el mundo, de pensar y de sentir el arte.

P.¿Qué proyectos tienen planteados para este año?
R.Lo primero que hemos querido hacer es crear una imagen conjunta que nos represente a ambos, así como unificar nuestras redes sociales. En ellas queremos ofrecer una mirada profesional y cercana donde se muestre no solo el resultado artístico, sino también su evolución y, en definitiva, nuestro día a día. Muy pronto anunciaremos las fechas de una pequeña gira a nivel nacional, con paradas en casi todas las provincias de Andalucía, además de en Murcia, Madrid o Barcelona. También podemos adelantar que en agosto lanzaremos nuestro primer single, en el que comenzará a vislumbrarse una estética muy diferente a la que veníamos desarrollando en nuestras etapas individuales. Será un homenaje a Federico García Lorca y a las raíces de nuestra cultura, un punto de partida para todo lo que queremos construir juntos.
P.¿Qué huella les gustaría dejar en quienes se acerquen a su trabajo?
R.Nos gustaría que nos recordaran como dos artistas que fueron fieles a sí mismos. Que se unieron dejando a un lado el ego. Que construyeron su arte desde la perfección y el conocimiento, pero también desde la complicidad, la humildad, la ilusión y el respeto. Dos artistas que no se dejaron frenar por lo que otros pudieran pensar y que buscaron la felicidad a través de aquello que nace desde su verdad más profunda.
Biografías
- Niño Ruven (Doña Mencía, Córdoba, 1997): Premio Al-Andalus al Cordobés del Año (2024). Reconocido como el creador y único exponente mundial del fagot flamenco. Su estilo ha ha sido calificado por la crítica como "único e irrepetible", y ha sido destacado internacionalmente por su capacidad para ampliar las técnicas tradicionales del fagot mediante recursos innovadores que capturan la estética sonora del flamenco. Desde su debut como solista a los trece años, Ruven ha desarrollado una carrera marcada por la innovación y la transgresión, y ha sido reconocido por su contribución a la música flamenca contemporánea.
- Víctor Mayol (Totana, Murcia, 2004): Premio COPE Espuña (2021). Bailaor y coreógrafo galardonado con el Premio Tiempo de Danza en 2021. Víctor ha sido reconocido por su capacidad para transmitir la esencia del flamenco mediante una interpretación que combina la sensibilidad contemporánea con la expresión personal.
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