Orquesta de Plectro de Córdoba | Crítica

Plectro en Viana

La Orquesta de Plectro de Córdoba, en el Palacio de Viana.

La Orquesta de Plectro de Córdoba, en el Palacio de Viana. / E. D. C.

Asistir a un concierto que tiene lugar en el precioso Palacio de Viana una noche tan agradable como la del pasado martes es un regalo. En esta ocasión, la Orquesta de Plectro de Córdoba nos regaló su disfrute haciendo música en el marco del Festival de la Guitarra.

La programación era de carácter variado, partiendo desde Vivaldi con el famoso Concierto en Re, hasta un arreglo de la obra Paisaje cubano con lluvia del maestro Leo Brouwer.

El timbre peculiar de los instrumentos se encontraba amplificado con micrófonos, lo cual a veces se vio afectado por la presencia del viento, que amenazó con llevarse tras de sí las partituras de los intérpretes.

A las inclemencias del tiempo se sumó el sonoro llanto de un bebé que llegó a detener Asturias de Albéniz. Estas vicisitudes fueron superadas por la complicidad entre los miembros de la agrupación y la cercanía por parte del público, gratamente interesado en la velada musical.

Mostraron una puesta en escena dinámica, dado que había varios solistas en el escenario. Es de agradecer observar que se concedieron distintas oportunidades de protagonismo dentro de los miembros de la orquesta.

En esta cita se respiró un ambiente familiar que diferencia este concierto del resto de los formatos del festival, puesto que estaba alejado de cualquier percepción elitista.

Mención especial merece la interpretación de la Suite Indiana de J. Cardoso, donde lograron establecer con destreza continuidad entre los distintos movimientos a pesar de las adversidades climáticas.

La ovación de los asistentes hizo que el director, Juan Luis González Delgado, agradeciese la entrega del público dirigiendo como propina la Danza del molinero de Falla, obra de lucimiento y carácter que dio fin a una velada inolvidable.

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