'Invernadero' mostrará en Córdoba la reflexión de Pinter sobre el poder

Una fantasía escrita en los años 50 que con el tiempo se ha convertido en realidad. Algo así es Invernadero de Harold Pinter, un texto inquietante y mordaz recuperado en España por Mario Gas y Eduardo Mendoza, responsables de la dirección y la versión de un montaje que podrá verse el 15 de enero en el Gran Teatro, con un reparto encabezado por Gonzalo de Castro y Tristán Ulloa. Una de las propuestas escénicas más sugerentes del arranque de 2016 en el coliseo junto a Medea (adaptación del texto de Séneca firmada y dirigida por Andrés Lima, con producción de Teatro de la Ciudad y Teatro de la Abadía y Aitana Sánchez-Gijón como protagonista), programada para el 9 de enero.

En 1958, horrorizado aún con el aplastamiento de la revolución en Hungría por parte de la Unión Soviética dos años antes, Pinter escribió una comedia sobre los múltiples, sofisticados y atroces resortes de los que se vale el poder para anular e incluso machacar a quien osa cuestionarlo. El Nobel de Literatura (en 2005) guardó esa obra en el cajón hasta que dos décadas después, en 1978, se encargó de dirigir su estreno en Londres. En una reposición a mediados de los 90 interpretó uno de los papeles protagonistas.

Teatro de la Abadía coproduce este montaje junto a Teatro del Invernadero, la compañía creada por Mario Gas junto a Paco Pena, Tristán Ulloa y Gonzalo de Castro. Poca información se aporta al espectador sobre el lugar donde se encuentran los personajes, encarnados también por Carlos Martos, Isabelle Stoffel, Javivi Gil Valle y Ricardo Moya. Aunque de la extrañeza que lo envuelve y de las oscuras motivaciones a las que responde no cabe al final duda alguna. Hospital, casa de reposo o limbo psiquiátrico, sea lo que sea, lejos de un lugar balsámico como parece querer presentarse se trata de un espacio donde imperan el horror, el desamparo y finalmente la aniquilación psíquica, el asesinato, la impunidad y el silencio administrativo. "Es un Pinter sanguíneo, efervescente y sardónico, alejado de ese otro Pinter más lacónico", dice Gas, que define esta obra como una "farsa sangrienta que causa risa y luego la deja helada". En esta mirada a las formas autoritarias del poder, tantas veces camufladas bajo una pretendida neutralidad burocrática, el director también aprecia ciertos ecos de los esperpentos de Valle-Inclán.

El Gran Teatro arrancará 2016, tras el tradicional concierto de la Orquesta de Córdoba, con una gala lírica (3 de enero): la cuarta edición de los premios Voces del Año. Cuatro días después actuará la Orquesta, Coro y Ballet del Ejército Ruso de San Petersburgo, que promete un espectáculo cromático y trepidante. Sobre el escenario, un centenar de artistas (músicos, bailarines y coro) embajadores de la cultura de su país interpreta los temas más conocidos del folclore ruso y el ucraniano. El origen de los conjuntos de coros y danzas del Ejército Ruso se remonta a las guerras mundiales, cuando llevaban a los soldados de los frentes y hospitales canciones de amor y esperanza.

El 10 de enero volverá al teatro cordobés la Orquesta Joven de Andalucía, que, dirigida por Michael Thomas, interpretará la Sinfonía nº 8 de Schubert y la Sinfonía nº 5 de Prokofiev.

Otra opción para los primeros compases del año es, en el Teatro Góngora, el espectáculo de danza Venere (16 de enero), dirigido por Daniel Abreu y protagonizado por Dácil González, Anuska Alonso y Pilar de Andrés.

Para el mes de diciembre, el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) anuncia entre sus propuestas un concierto de la Joven Filarmonía Leo Brouwer, el espectáculo Flamenco (Untitled) de Olga Pericet y una actuación de la cantante Pasión Vega, que presentará su espectáculo Pasión por Cano. También estarán presentes Ara Malikian y la compañía Joglars.