Jacobo, en el punto de mira: críticas, pitada y un bajón en su rendimiento

El decepcionante empate del Córdoba CF ante el Eibar, que supone la sexta jornada consecutiva en la que los blanquiverdes no consiguen ganar, dejó un episodio bastante desagradable para Jacobo, uno de los jugadores más importantes en los planes de Iván Ania y llamado a figurar siempre entre las bazas principales en ataque del conjunto cordobesista. Jacobo se marchó abroncado y pitado por la afición del CCF cuando Ania decidió sustituirlo en el tramo final de partido. Una reacción airada de la afición que, justa o injusta, denota el enfado de cierta parte del cordobesismo con un jugador cuyos números no están respondiendo a lo que de él se espera.

Jacobo acaparó los reproches de la afición blanquiverde en el tramo final de un partido en el que El Arcángel fue poco a poco acumulando hartazgo por la imposibilidad de los suyos de hincar el diente a un rival ultradefensivo al que le bastó con no equivocarse para salir de Córdoba con un punto en la maleta. Fruto de esa desesperación de ver que los puntos se volvían a escapar, así como de varias acciones en las que Jacobo estuvo muy desacertado, llegaron esos pitos que ponen el foco sobre el madrileño, cuando lo cierto es que su rendimiento está bastante en la línea de la mediocridad que están mostrando la mayoría de sus compañeros y, por ende, el equipo.

Claro que Jacobo está llamado a ser mucho más que un futbolista del montón en el Córdoba CF. El mediapunta madrileño llegó el curso pasado como una de las firmes apuestas del club para su regreso al fútbol profesional, tanto por el rol que debía asumir en el equipo como por el salario que percibiría por ello. Y en su primera temporada, pese a que Jacobo ya tuvo momentos en los que estuvo discutido, es innegable que los números terminaron respaldando su desempeño. El madrileño acabó su primer curso en El Arcángel con nueve goles y seis asistencias. Un bagaje más que notable para responder a la importancia que Ania le dio en sus planes, llegando a disputar hasta 34 partidos, que bien pudieron ser más si no se hubieran interpuesto en el camino un par de percances físicos.

Esta temporada, lejos de verse relegado, Jacobo ha consolidado su importancia en los esquemas del Córdoba CF. Ania le ha dado la titularidad en los 17 partidos en los que ha estado disponible, habiéndose perdido solo uno, por sanción. Desplazado a alguna de las dos bandas, como mediapunta o segundo delantero y hasta de referente ofensivo en determinados momentos del partido, el atacante madrileño ha mantenido la confianza del técnico a pesar de que su nivel en lo que va de campaña no está siendo el esperado.

Una temporada discreta en sensaciones y cifras

Las dudas no solo aparecen en su fútbol, en lo que transmite sobre el terreno de juego. En esta ocasión los números tampoco le están acompañando. En 17 partidos, y con 1.450 minutos de juego, Jacobo solo ha sido capaz de marcar tres goles y aún no ha abierto en la presente temporada su estadística personal de asistencias. Unas cifras pobres para un jugador que en su primera temporada se consolidó precisamente por eso, por el peso innegable de los números que logró acreditar.

Sea como fuere, y más allá del debate que siempre ha suscitado en El Arcángel un jugador que divide a la afición blanquiverde entre defensores y detractores, lo innegable es que el pasado sábado la bronca que recibió Jacobo fue mayoritaria y coloca al futbolista madrileño en el ojo del huracán de un Córdoba CF que debe ganar cuanto antes para recuperar la calma y aparcar ciertos debates.