El Córdoba CF acaba desquiciado ante el muro del Eibar (0-0)

Otro golpe contra un muro. El Córdoba CF se dejó dos puntos de la forma más desesperante ante el Eibar, tratando de hincar el diente a un rival temeroso pero aplicado en labores defensivas que logró el punto que buscaba en El Arcángel para frenar su sangría de derrotas. Los blanquiverdes, faltos de claridad en los metros finales y con un atasco anímico importante, apenas fueron capaces de generar ocasiones claras de gol y, aunque fueron los únicos que buscaron el triunfo, terminaron desquiciados y recibiendo los pitos de una afición que ve que las intenciones del equipo de pelear en la zona alta de la clasificación se complican a cada semana que pasa.

El regreso de Dalisson al once inicial, en detrimento de Pedro Ortiz, fue el único cambio que introdujo Iván Ania en su once inicial para el partido ante el Eibar. El técnico, además, dio al hispano-brasileño libertad para moverse detrás de Adri Fuentes y ubicó en la banda izquierda a Jacobo. Una variante con la que el preparador de los blanquiverdes pretendía desentrañar el más que previsible cerrojazo del Eibar.

Y así fue, porque los vascos dejaron muy pronto claro su planteamiento: un 4-4-2 en fase defensiva que en los primeros compases trató de presionar unos metros por delante de la línea divisoria del campo, pero que no tardó en instalarse en posiciones más retrasadas para minimizar espacios y ahogar los intentos de percutir del Córdoba CF. Los blanquiverdes tardaron en conectarse al duelo y el primer cuarto de hora fue de briega y poco juego raso y combinado. Justo lo que buscaba el Eibar.

Hasta el minuto 13 hubo que esperar para que el Córdoba CF trazase una jugada después de acumular pases, lo que generó un desequilibrio que dio a Jacobo la opción de forzar una falta peligrosa. El madrileño estuvo cerca del gol en su disparo, tras tocar el balón en la barrera. Más allá de esa acción, al CCF le costó un mundo encontrar claridad en los metros finales por culpa del trabajo defensivo abnegado de un Eibar decidido a no encajar, aunque para ello tuviera que renunciar prácticamente al ataque.

Dalisson trató de echarse al equipo a la espalda, bajando muchos metros a recibir para tratar de generar algún desequilibrio que pudieran aprovechar tanto Jacobo como Carracedo. El primero, sin embargo, apareció con cuentagotas; el segundo lo hizo más, pero con escaso acierto. Eso provocó que la ocasión más clara de la primera parte, por llamarlo de alguna manera, fuera un disparo raso de Carlos Isaac que Magunagoitia detuvo, después de que Carracedo encontrase al lateral con un pase profundo.

Pese a que trató de no desesperarse, el Córdoba se vio empujado a la trampa de un Eibar que, además de no sufrir en exceso, encontró en el tramo final de la primera parte la manera de robar varios balones con cierta facilidad y estirar línea. No inquietaron lo más mínimo a Iker Álvarez, pero los armeros lograron al menos alejar el juego de sus dominios.

A la vuelta del descanso, aunque Ania retiró al amonestado Xavi Sintes por Álex Martín, el planteamiento del partido no varió un ápice. El Córdoba, de hecho, intensificó su dominio del balón y se instaló en campo del Eibar, que no hizo más que redoblar sus esfuerzos defensivos. Con Requena apareciendo en la frontal del área pero sin conectar el pase decisivo que buscó en varias ocasiones, fue Carracedo el que más cerca estuvo del gol. El extremo pifió un control, pero se rehízo para perfilarse hacia su pierna izquierda y soltar un zurdazo que Magunagoitia rozó con la punta de los dedos, haciendo que el balón se estrellase en el larguero.

Sabedor de que tenía que variar algo para agitar el partido, Ania dio entrada pasada la hora de juego a Kevin Medina por Isma Ruiz, pasando a jugar con dos extremos natos y colocando a Dalisson y Jacobo por dentro, con Requena como único mediocentro. El equipo buscó en un par de acciones al atacante malagueño, que no estuvo nada resolutivo. Poco después, el técnico del Córdoba agotó los cambios y pasó a jugar con dos puntas, dando entrada a Sergi Guardiola. Alcedo puso más profundidad en la izquierda y Del Moral suplió a un Rubén Alves que se marchó tocado.

El plan parecía factible para tomar riesgos y buscar el gol del triunfo, pero lo cierto es que el Córdoba no logró que el partido variase en exceso de su tónica general. Solo en algún arreón aislado amenazó el conjunto blanquiverde la meta de los armeros. En una recuperación de Requena, el propio centrocampista soltó un derechazo que no cogió portería por poco. Y poco antes del tiempo añadido fue Juan María Alcedo el que lo probó también desde lejos, con la misma fortuna que su compañero.

En los cinco minutos de añadido, y con más corazón que acierto y cabeza, el Córdoba CF embotelló al Eibar y lo hizo sufrir hasta el final, pero los vascos no se descompusieron y aguantaron el tipo de principio a fin, para sumar el único punto que viniendo a buscar a El Arcángel y frustrar un Córdoba CF que para ser lo que quiere ser tiene mucho que mejorar.