En la flor de la vida

Nada mejor que ver cómo la taquilla del Teatro Góngora cuelga desde hace varios días el cártel de "Localidades agotadas", sobre todo si pertenece a una obra de la tierra, con profesionales que se han formado aquí. A Rajatabla Teatro llevó al escenario 3 de 40, de Paco Rodríguez.

El autor usa toda su habilidad e ingenio para abordar las circunstancias propias en la mujer de mediana edad, cuando no se es suficientemente joven ni tampoco mayor. Maternidad, familia, amistad, fidelidad o sexualidad se abordan a través de una trama sencilla: tres hermanas distanciadas se reencuentran para enterrar a su madre y decidir qué hacer con la herencia.

La situación fría del momento inicial comienza a tomar temperatura conforme avanza la obra con ayuda de aguardiente y galletas de marihuana. La mezcla de ambos servirá de catalizador para que el trío suelte todo lo que lleva guardado, purifique sus almas y las reconcilie. Durante el camino hacia la sanación reiremos con ellas y también habrá espacio para alguna lágrima.

Un par de biombos, tres sillas y una mesa camilla, unidos a un simple diseño de luz y sonoro conforman la puesta en escena. Tampoco se requiere mucho más si hay una buena historia y se cuenta con el equipo artístico apropiado, como es el caso.

Gema Jiménez, Carmen Fierro y Cristina Marabotto lo bordan, combinando puntadas de diferente grosor según requiere la obra y colmando de emoción cada instante. Su complicidad sobre las tablas logra entretener a todo el público y que no pierda el hilo de lo que ocurre.

Esa sintonía permanente es fruto de esfuerzo, compromiso y por encima de todo amor por el teatro. Valores que son legado de quien fue en su etapa de estudiantes su maestro en la Escuela Superior de Arte Dramático y las ha dirigido en esta producción.

Paco García Torrado regresa al lugar donde ha experimentado muchas de sus mayores alegrías y lo hace con ese saber hacer que otorga la experiencia en mayúsculas. El patio de butacas así lo reconoció, cuando recibió entre ovaciones a todo el equipo.

Ser mujer y cómo saber vivir en diferentes etapas. Dos conceptos que, pese a los avances sociales y culturales, continúan en conflicto. El patriarcado soportado por siglos (que aún colea) y su aportación imprescindible para que continuemos en el planeta como especie son pesos que las condicionan. Ojalá esta carga sea cada vez más liviana y el mejor momento para ser mujer sea “aquí y ahora”.