"A quién no le va a gustar un Imperio Romano..."

Miércoles post-puente de la Constitución y parece que la temática del festivo ha contagiado la programación del IMAE en lo concerniente al terreno político aunque tengamos que retroceder veintidós siglos atrás y la historia se cuente de una forma bastante particular. Julio César fue la obra representada por Teatro do Chapitô.

La compañía portuguesa nos acerca al personaje histórico como mejor saben hacer: sobre la escena vacía una actriz y dos actores vestidos de neutro y un guante plateado largo, un puñado de elementos básicos y muchísima imaginación. Jorge Cruz, Pedro Diogo y Susana Nunes recrean los pasajes y personajes más relevantes de la vida de César hasta el desenlace fatal que acabo con ella, todo ello con grandes dosis de ironía y humor.

El uso del gesto y la palabra bajo la regla fundamental de la simplicidad, unido a la perfecta sintonía del trío de intérpretes que se dejan llevar por el juego escénico, convierte este espectáculo en una delicia. El público queda atrapado por la propuesta y se divierte de principio a fin. Tres veces hubieron de salir a saludar para recibir el extenso aplauso que le brindaron al terminar la función.

Julio César, personaje fundamental que sentó las bases para que Roma pasara de ser una República y convertirse en un Imperio. Su ascenso y caída son ejemplo de cómo el poder es un instrumento complejo de manejar, capaz de llevarnos a hacer los actos más nobles o los más crueles. Es lo que tiene ser un dictador: la historia siempre los juzgará. A veces temprano, otras más tarde y otras…