Cultura

El Instituto Cervantes recuerda a Neruda a través de sus caracolas

  • La sede del Instituto Cervantes se ha convertido en un pequeño océano con paneles en forma de caracola mecidas por el ruido del mar y la voz del poeta.

El mar fue constante inspiración para el poeta chileno Pablo Neruda, quien a lo largo de su vida coleccionó cientos de caracolas, a las que consideraba poemas de la naturaleza. Ahora, por primera vez, se exhiben 400 de estos moluscos, de entre los 9.000 que el Nobel donó a la Universidad de Chile en 1954.

Y es la sede del Instituto Cervantes, que se ha convertido en un pequeño océano con paneles en forma de caracola mecidas por el ruido del mar y la voz del poeta, quien alberga desde ayer esta bella y singular exposición con caracolas de todos los mares, recogidas por Neruda (1904-1973), junto a los poemas que ellas le inspiraron.

Organizada por el Instituto Cervantes, la Embajada de Chile en España y la Universidad de Chile y patrocinada de la Fundación Endesa, Amor al mar. Las caracolas de Neruda se exhibe por primera vez en todo el mundo.

La muestra incluye piezas únicas como la que le regaló al poeta el líder chino Mao Zedong, la autografiada que le obsequió Rafael Alberti o la argonauta, símbolo de esta exposición.

Así, 55 años después, se lleva a cabo este proyecto de exhibición que el autor de Los versos del capitán o Canto general había contemplado desde hacía años con el patrimonio que donó. "Él quería que todo el mundo lo pudiera contemplar", recordó ayer el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, durante la presentación de la muestra.

"En realidad, lo mejor que coleccioné en mi vida fueron mis caracolas. Me dieron el placer de su prodigiosa estructura", escribe Neruda, el poeta del amor y el compromiso, el hombre vividor y prolífico que no paró de escribir, al tiempo que se bebía la vida a sorbos.

"Le gustaban todas las cosas de la vida y era un gran coleccionista de todo ", explicó el embajador de Chile en España, Gonzalo Martner.

La muestra se completa con ocho de los 10.000 volúmenes que el escritor poseía en su biblioteca privada sobre tratados científicos, de malacología (estudio de los moluscos) y otras pasiones. Es una oportunidad de comprender el universo creativo de este poeta, que amó Madrid, a la que consideraba capital de la lengua española, según dijo el agregado cultural de Chile en España, Carlos Franz.

"Todos los chilenos somos peces, somos marineros, somos caracolas", escribió Neruda, y añadió: "Yo fui recogiendo estos libros de la cultura universal, estas caracolas de todos los océanos, y esta espuma de los siete mares la entrego a la Universidad por deber de conciencia y para pagar, en parte mínima, lo que he recibido de mi pueblo". Estas palabras las pronunció el poeta durante su discurso de donación.

Las piezas proceden de todos los mares y están ordenadas por su origen geográfico.

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