Cultura

Eduardo Mendoza reconoce que los poetas han marcado su vida

  • El novelista, que protagoniza la jornada en el festival, muestra su "respeto y casi temor" hacia la poesía

Aunque nunca ha escrito un verso ni lo ha intentado, Eduardo Mendoza es uno de los nombres más importantes que este año programa Cosmopoética. Eso sí, reconoce que los poetas han marcado su vida. "Yo no soy poeta, es algo que siempre he dicho, no con orgullo pero sí con satisfacción, nunca he escrito un verso. Lo digo con satisfacción porque esto refleja el respeto y casi el temor que le tengo a la poesía", señaló el autor de La verdad sobre el caso Savolta en un encuentro con la prensa antes de su intervención en el festival.

En su opinión, la poesía es "una cosa tan importante que sólo hay que meterse en ella cuando tienes un convencimiento de que hay algo digno de contar; en cambio, en las novelas, aunque no haya nada que contar, uno va largando y a alguien le interesará". Mendoza reiteró que nunca ha escrito un verso pero tiene la sensación de que la palabra está por encima de lo que uno quiere contar: "Escribo para la palabra porque es la que tendrá que viajar y llevar lo que sea, que no sé qué es, hasta el lector, que es la clave". Eso hace que narradores y poetas sean "parientes próximos" ya que trabajan "lo mismo pero por caminos paralelos".

Francisco Gálvez presenta su última antología, 'Los rostros del personaje'

El autor de La ciudad de los prodigios confesó que "los poetas han marcado mi vida; también los novelistas, pero la poesía la marca a otro nivel". A su juicio, el que no convive con la poesía -"no se trata tanto de leerla sino el recordarla, aprenderla de memoria"- se ha perdido "una parte muy importante de la vida no estrictamente material".

En esa línea, señaló que ha tenido "muchos amigos poetas, he conocido a muchos y me siento muy orgulloso de haber tenido amistad con algunos". Al respecto, recordó que Pere Gimferrer (coetáneo y también barcelonés), antes de publicarlos, leía sus primeros versos "en las reuniones que hacíamos cuando éramos jóvenes, en las que nos leíamos cosas los unos a los otros; yo no les leía novelas pero sí algunas cosas que escribía". "Mi vida ha transcurrido al lado de los poemas de Gimferrer", apuntó.

Sobre el conflicto de Cataluña, Mendoza dijo que no le resulta atractivo para escribir aunque sí "da para reflexión, para periodismo, para una crónica, pero no para una recreación literaria porque creo que tiene que pasar tiempo, que hay que poner una distancia física y temporal para ver los acontecimientos y ponerlos en orden". Se trata de una situación en la que el humor -tan característico en su obra- no tiene cabida. Así, manifestó que ha habido "ya una ruptura dentro de la sociedad y las familias, y eso es un precio muy alto a pagar porque tiene muy mal remiendo".

Respecto a su proceso de escritura, aseguró que es "patético, como el de la mayoría de los escritores" porque "procuramos que no se nos vea y decimos que necesitamos un espacio privado, pero no es verdad, podríamos escribir en cualquier parte lo que pasa es que nos da vergüenza que nos vean zascandilear". Esto lo llevó a afirmar que la escritura es "una profesión de vagos; el que no sea vago que no se dedique a esto" porque este oficio es "para los que nos gusta levantarnos tarde, desayunar, leer el periódico, hacer el crucigrama...".

Por último, indicó que "para escribir lo importante es hacerlo mal porque si lo quieres hacer bien, no te sale". "Una vez que lo has hecho mal, solo te queda, poco a poco, volver a hacerlo bien" y "si eres perfeccionista, mejor dedícate a otra cosa porque hay que ser un chapucero. Las chapuzas tienen arreglo y el perfeccionismo no", concluyó.

Además de la participación de Mendoza, Cosmopoética celebró una lectura poética en la que Francisco Gálvez -junto a Félix Moyano y Pablo García Casado- presentó su nueva antología, Los rostros del personaje, que reúne sus poemarios publicados entre 1994 y 2015.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios