Córdoba acogerá las esculturas monumentales de Baltasar Lobo
La Fundación Unicaja propone una revisión de la obra del artista zamorano a través de una muestra de grandes volúmenes al aire libre que actualmente puede contemplarse en la calle Larios de Málaga



Córdoba se ha sumado con entusiasmo a una tendencia cuyo objetivo es poner en relación a la ciudadanía con el arte escultórico contemporáneo: la realización de grandes exposiciones de firmas relevantes en espacios significativos de las ciudades. La muestra de Manolo Valdés en el bulevar del Gran Capitán y la actual de Juan Ripollés en el Paseo de Córdoba (que será clausurada a finales de enero) son un reflejo del interés de las instituciones por estas manifestaciones culturales, promovidas en la mayoría de los casos por las fundaciones y obras sociales de las cajas de ahorros. El siguiente protagonista en Córdoba, este año, será el escultor zamorano Baltasar Lobo (1910-1993), del que se exhibirán alrededor de 15 obras en un espacio y unas fechas aún por concretar en una exposición organizada por la Fundación Unicaja.
Las obras, que hasta el 21 de febrero pueden ser contempladas en la calle Larios de Málaga, fueron realizadas en bronce entre 1962 y 1991 y evocan sobre todo motivos femeninos. Miden entre 130 y 180 centímetros.
La mujer como motivo artístico (incluidas las manifestaciones de defensa de la vida a través de la maternidad) fue para Lobo una obsesión a lo largo de su trayectoria. La selección que vendrá a Córdoba pertenece a la colección de esculturas monumentales del artista. Entre las más significativas se encuentra Al sol, que representa a una mujer tomando el sol y es la pieza que da la bienvenida al visitante a la ex posición, comisariada por María Porto.
Las obras están divididas en varias secciones. "Hay un grupo que es más naturalista, más propiamente figurativo, con obras de mucho volumen pero en las que se van perdiendo todos los rasgos", afirma Porto. La escultura Al sol (1971) está "más evolucionada" y en ella se van perdiendo las formas: todo es "insinuado". Hay otras obras que reflejan el movimiento como es el caso de Los futbolistas. En Madre y niño (1987), la última maternidad que hizo Baltasar Lobo antes de morir en París, el artista se abre "a un espacio negativo", añade la experta.
"Lobo era un hombre social y del pueblo, le hubiese encantado esta exposición en la calle porque decía que la cultura era para todos. Es uno de los grandes escultores internacionales, su obra está en museos de todo el mundo: Italia, Venezuela, Alemania..., aunque en España es prácticamente un desconocido", indica la comisaria. La organización de esta exposición, que visitará también en los próximo meses Cádiz, Antequera y Ronda, ha supuesto dos años de trabajo. Las obras proceden de colecciones privadas de Italia, Francia, Luxemburgo y Venezuela.
Escultor y dibujante, Baltasar Lobo nació en Cerecinos de Campos (Zamora) en 1910 y murió en París en 1993. Tras la Guerra Civil, en 1939, se instaló en París. Durante su estancia en la capital francesa conoció a Picasso y entabló amistad con el escultor Henri Laurens.
En su escultura, con el paso de los años la forma se estiliza hasta rayar en lo abstracto, sin perder su origen eminentemente figurativo. La evolución de la obra de este destacado miembro de la vanguardia histórica, desde Mujer al espejo (1940) hasta Sobre la arena (1983), se caracteriza por la búsqueda de la pureza de los volúmenes (en bronce, granito y mármol) y la reducción de las formas a lo más esencial.
La obra de Lobo ha sido objeto de una importante difusión en Francia, ha recorrido galerías y museos de Praga, Bruselas, Tokio y Caracas y forma parte del paisaje urbano de ciudades como Zurich, Annecy, París y Luxemburgo.
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