La Compañía Nacional de Teatro Clásico trae este miércoles y jueves a Córdoba la tragedia de Lope de Vega El castigo sin venganza, una obra en la que el autor reflexiona sobre el amor, el deseo, los celos y la justicia. 

El escenario del Gran Teatro acogerá esta representación que ha tenido una "acogida extraordinaria del público" en las funciones que ha ofrecido en Madrid. Se trata de un texto tardío del autor del Siglo de Oro, que al final de su carrera se encuentra con una nueva generación de dramaturgos como Calderón de la Barca y se siente amenazado.

De su interés por demostrar su valía frente a los nuevos escritores surgió esta tragedia que narra la relación amorosa del Conde Federico (Rafa Castejón) con Casandra (Beatriz Arguello), la joven esposa de su padre, el Duque de Ferrara, y la respuesta de este cuando descubre el adulterio, imponiendo un castigo a los amantes que oculta la causa real (el deshonor) bajo la apariencia de una causa política.

El texto se basa en una historia real ocurrida en Ferrera con el Marqués Nicolás III como protagonista

La directora de la compañía, Helena Pimenta, ha explicado en la presentación del montaje que el texto refleja a un "Lope crepuscular pero con una serie increíble de colores y un verbo extrordinario".

De hecho, el espectador se encuentra "ante un mundo poético de Lope en el que la palabra alcanza niveles que permite que el espectador encuentre rincones emocionales y de pensamiento que conocía", ha apuntado Pimienta.

Joaquín Notario, que interpreta al Duque de Ferrara, ha manifestado que El castigo sin venganza está basado en una historia real que ocurrió en Ferrera (Italia) al Marqués Nicolás III de Este, aunque el Fénix de los Ingenios la define como una "tragedia española".

Así, ha señalado que, en este caso, "Lope se remanga cuando siente que está en decadencia y se pone a escribir una obra maestra para darles a todos una lección". "La poética de esta obra es como tocar el cielo", ha añadido el intérprete.

Aunque no es una obra conocida para el gran público, para los actores interpretar estos personajes es "un regalo". Otro acierto del montaje, a juicio de Notario, es su "desnudez", que hace que los actores vayan a la esencia del texto.

Además, ha agregado que Helena Pimenta ha concebido un montaje en el que la poética está en consonancia con todos los elementos. Como ejemplo ha puesto la estructura transparente del palacio en el que se desarrolla buena parte de la historia, "que da la sensación de abrir al espectador" lo que ocurre dentro".