La casa Christie’s subastará en los próximos meses en su sede de Londres las cinco vigas procedentes de la Mezquita de Córdoba que ya intentó ofrecer al mejor postor en 2006 y en torno a las cuales se generó una notable polémica que acabó con la intervención en el proceso del Cabildo Catedralicio de Córdoba y el Ministerio de Cultura y la paralización indefinida de la subasta. El misterio sobre la fecha en que las vigas salieron del templo y su recorrido hasta Christie’s estimuló el debate sobre la protección de los bienes patrimoniales y dio paso a un proceso de negociación entre la casa de subastas, el Cabildo y el desconocido propietario de las vigas. Ahora, dos años y medio después, Christie’s se dispone a anunciar (lo hará esta semana) la venta pública de las piezas, circunstancia cuyos detalles serán explicados hoy en una comparecencia ante los medios informativos por el presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya.

El periodo de negociación no ha arrojado buenos resultados para el Cabildo, que, entre otros factores, confiaba en contar con mayor apoyo de la Junta de Andalucía y el Gobierno. Pérez Moya desgranará los matices del proceso y las razones (de índole jurídica, vinculadas a la legislación sobre bienes patrimoniales que rige en el Reino Unido) por las que las vigas serán finalmente ofrecidas en subasta. Y al mismo tiempo, como contrapeso positivo, informará sobre la recuperación de seis vigas similares que iban a ser subastadas en la casa Alcalá de Madrid y que estaban en manos de un particular.

Las vigas de la polémica, de seis metros de longitud, labradas con motivos vegetales en tres de sus cuatro caras y cuyo precio de salida fue establecido entre 148.000 y 445.000 euros, vuelven así a la primera plana de la actualidad. El anuncio de la subasta en 2006 provocó desconcierto en la institución responsable de la Mezquita-Catedral de Córdoba, hasta el punto de que dos de sus miembros, Fernando Cruz-Conde y Manuel Nieto Cumplido, viajaron a Londres para autentificar la autenticidad de las vigas e iniciar los trámites para suspender la subasta. Christie’s se mostró reticente en un principio y los canónigos recurrieron a la Justicia británica.

Un día antes de la subasta, el Cabildo y la empresa llegaron a un acuerdo extrajudicial para la retirada de las piezas. Todas las dudas se concentraban en dos interrogantes:cómo y cuándo abandonaron el templo las vigas. Christie’s afirmaba que las maderas salieron de España en el último cuarto del siglo XIX o en el primero del XX. Una de las fuentes que citó para fortalecer sus argumentos es la obra que el arquitecto Félix Hernández escribió en 1928 sobre La techumbre de la Gran Mezquita de Córdoba. Este estudio incluye un inventario de las vigas retiradas de la techumbre de la Mezquita en el que no hay referencia a las cinco piezas que se hallan en Londres.

Respecto a la posibilidad de que el Ministerio de Cultura pujara por las vigas si finalmente eran subastadas, la entonces ministra, Carmen Calvo, aseguró que su departamento no compraría nunca con dinero público bienes patrimoniales si se demostraba que habían salido ilegalmente de España. Después de la suspensión de la subasta, Calvo afirmó que el Ministerio trabajaría para averiguar cómo salieron las vigas y qué propietarios han tenido.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Córdoba abrió una investigación al conocer la existencia de las vigas y emitió una comisión rogatoria en la que se solicitaba a las autoridades judiciales británicas la suspensión cautelar de la subasta ante la posible comisión de un delito de contrabando del patrimonio. No obstante, éstas no estimaron la petición sobre la base de que la legislación inglesa no considera el delito de contrabando de patrimonio tal y como se contempla en España.

Nieto Cumplido, archivero de la Mezquita y uno de los mayores expertos en la historia del templo, aseguró ayer a este periódico que el proceso de negociaciones con la casa de subastas “ha sido complejo” y aportó algunos datos técnicos que “pueden quitar valor a las vigas de cara a la venta”. El más relevante es su cromatismo: “Son engañosas respecto a sus colores. Dos de ellas fueron pintadas por orden de Velázquez Bosco, circunstancia que no se menciona en el catálogo, que asegura que su pintura es original. Otras están claramente retocadas, con un fondo rojo y un brillo que les dan un aspecto muy distinto a como eran en un principio”. Su estado de conservación es “parecido” al de la mayoría de las vigas similares que, procedentes de la techumbre de la Mezquita, se exhiben en el Patio de los Naranjos.