Al menos 93 muertos en dos ataques en Oslo
Noruega
Un coche bomba explotó en la capital y después un tiroteo acabó en masacre en la isla de Utoya. Un noruego ultraderechista ha sido detenido como presunto autor.
El balance de víctimas mortales del doble atentado perpetrado en Oslo y en la vecina isla de Utoya asciende ya a 93 personas, de las cuales 86 corresponden al ataque registrado en un campamento juvenil socialdemócrata y tras el que se detuvo a un noruego de 32 años.
La matanza de la isla, calificada por el rey Harald de Noruega como una "tragedia inconmensurable", ocurrió apenas dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, con 7 personas muertas y quince heridos.
Medios noruegos identificaron al detenido como afín a los ambientes ultraderechistas y, según el diario VG, había colgado mensajes en internet declarándose nacionalista y enemigo de la sociedad multicultural. Estos últimos datos no han sido confirmados hasta el momento por la policía, aunque sí informó de que no se podía atribuir los ataques al terrorismo internacional, sino a una variante local de movimientos contra el sistema.
La policía parte de la base de que el hombre actuó en solitario en su matanza en la isla, aunque no ha revelado detalles sobre cómo la perpetró. "Es importante mantenernos en estos momentos unidos", declaró el rey Harald este sábado, para expresar a continuación sus más profundas condolencias a todos los afectados y a los familiares de las víctimas.
El primero de los ataques, en la capital, ocurrió a primera hora de la tarde del viernes al estallar una potente bomba en el complejo del Gobierno, situado en el centro de Oslo, donde murieron siete personas y quince resultaron heridas. Aproximadamente dos horas después ocurrió la matanza del campamento de las juventudes socialdemócratas (UAF) en la isla de Utoya, a unos 20 kilómetros de la capital. En ese momento se encontraban en esas colonias unas 560 personas y estaba previsto que este sábado visitara la instalación el primer ministro noruego, el socialdemócrata Jens Stoltenberg.
Medios noruegos informan de que, tras irrumpir el agresor y abrir fuego, se desató el pánico y algunos de los jóvenes concentrados trataron de huir nadando. En el lugar se encontraban jóvenes, de entre 13 y 15 años, participando en actividades de verano de esa formación.
Las primeras informaciones sobre lo ocurrido en la idílica isla llegaron horas después de que las televisiones noruegas difundieran imágenes de lo ocurrido en la capital, con escenas de personas ensangrentadas entre los edificios afectados. La potente detonación causó graves destrozos en cuatro edificios gubernamentales y otros inmuebles vecinos, incluida la sede del diario VG.
Ningún miembro del gobierno resultó herido, según indicó unas horas después el propio Stoltenberg, quien reafirmó que tales ataques "no socavarán nuestro compromiso con la democracia y un mundo mejor". Inmediatamente después del atentado en la capital, la policía acordonó la zona, mientras se procedía a la evacuación de la estación central de ferrocarril, centros comerciales y sedes de los principales medios del país, como el propio VG y el diario Aftonbladet, la radio pública NRK y el canal TV2.
Las informaciones sobre ambos atentados se solaparon durante horas, en medio de una gran confusión. Si inicialmente toda la atención de concentró en la capital, de la que llegaban imágenes de edificios destrozados y ciudadanos afectados, a medida que avanzaban las horas la atención se trasladó a la isla, donde finalmente se confirmó la matanza de dimensiones catastrófica.
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