Pese a que las berlinas tradicionales son un tipo de vehículo en claro descenso en favor de los SUV, a nosotros nos siguen pareciendo un modelo de coche perfecto para viajar. Sí… es cierto que no tienen una altura libre al techo tan elevada como los todocaminos.

Y también reconocemos que… subir y bajar de ellos es algo más incómodo que en los SUV. Por último también hay que quitarse el sombrero ante su polivalencia, ya que con cierta altura, unos buenos neumáticos y la tracción total… nos permiten hacer un sinfín de incursiones por los caminos o la nieve.

No obstante, si tenemos que hacer un gran viaje y nos dan a elegir entre SUV y berlina, nosotros nos quedamos con las berlinas. ¿Las razones de esta elección? Muchas. Pero principalmente las escogemos porque ofrecen menores ruidos aerodinámicos, por su comportamiento mejorado respeto a los SUV, ya que van más pegadas al suelo, y por su menor consumo de combustible, entre otras razones.

Una de las características de este modelo es que casi puede conducir de forma autónoma.

A todos estos argumentos, además, se le podría sumar que incorporan una gran tecnología. Innovaciones que, todavía, no están en muchos SUV o todocaminos. Entre otras cosas porque los fabricantes, a la hora de introducir sus novedades más llamativas, siempre han preferido hacerlo primero en sus buques insignia –el Audi A8, BMW Serie 7, Mercedes Clase S- para después trasladar esta tecnología a segmentos inferiores.

Una buena muestra de esto que estamos contando ocurre con el Serie 5 que aquí probamos. Se trata de la segunda berlina más tecnológica de BMW. La primera, como es lógico, es el Serie 7. Pero después, y a poca distancia, le sigue este otro modelo que se caracteriza por incorporar los últimos ‘inventos’ de la marca bávara. Conducción semiautónoma, posibilidad de aparcar el vehículo con la llave desde fuera del mismo, control gestual… Estas son sólo algunas de las características que definen al nuevo Serie 5 y que analizaremos a continuación.

Plataforma del Serie 7

Lo primero que nos llama la atención del Serie 5 e sque está construido sobre la base o plataforma de su hermano mayor, el Serie 7. Y esto es todo un lujo para este modelo puesto el Serie 7 es el mejor modelo que BMW ha fabricado hasta la fecha. La llegada de esta nueva plataforma ha permitido al Serie 5 ganar el ligereza y rigidez, dos factores claves en su comportamiento, dinamismo y eficiencia.

Siguiendo con otros apartados toca el turno de la habitabilidad. Y aquí el Serie 5 muestra unas buenas maneras. Sobre todo en las plazas delanteras. Aquí, este BMW ofrece una gran anchura libre para los hombros -147 centímetros- y una considerable altura – 96 centímetros-. Y algo similar ocurre en las plazas traseras donde la anchura también es buena -144 centímetros- y la altura, aunque es más corta, es buena -92 centímetros-. Todo ello hace que viajar dentro del Serie 5 sea un ejercicio de confort y cuatro adultos –una quinta persona ya no tanto- viajen con total comodidad.

Del interior nos quedamos con la pantalla táctil de gran tamaño.

A todo ello hay que sumar un maletero con una buena capacidad. Tiene una medida de 530 litros, una cifra similar a la de sus competidores. Su acceso, no es excesivamente bueno ya que hay que doblar mucho la espalda para llegar hasta el fondo. A cambio, incorpora funcionalidades como la de pasar un pie por debajo del mismo y que el maletero se abra de forma automática.

A favor

Sin embargo, a la hora de elegir la principal virtud del Serie 5, nos quedamos con su tecnología. Es increíble lo que ha avanzado este modelo en lo que a innovación se refiere. De hecho, se trata de un paso previo a la conducción autónoma. Este BMW puede conducir prácticamente solo durante cerca de un minuto. Para ello una cámara estereoscópica, los sensores de radar y ultrasonido analizan continuamente todo lo que rodea al Serie 5 y las líneas de la carretera. De esta manera este BMW acelera y frena solo para mantener la distancia de seguridad con otros vehículos y gira el volante por sí mismo para mantenerse en el carril. Estas innovaciones, se suman también a otros elementos como la gran pantalla de 10,2 pulgadas táctil, capaz de interpretar el control gestual y un ‘head-up display’ de gran tamaño que proyecta la información en el parabrisas.

Muy llamativa es la nueva llave del Serie 5 que permite funcionalidades interesantes. Por ejemplo mediante esta llave podemos aparcar de forma remota el coche y desde el exterior. Una vez que salimos del vehículo conectamos la llave con el coche y a partir de ahí el coche avanzará hacia delante o hacia atrás, según nuestras indicaciones del mando. Esto es una curiosa solución para cuando las plazas son muy estrechas.

También nos ha gustado su confort de marcha. Es de los modelos más cómodos para viajar que hemos probado en los últimos meses. Los asientos ofrecen una buena ergonomía y el coche tiene tal aislamiento acústico que tendremos que tener cuidado para no pasarnos con el acelerador ya que al ir tan bien insonorizados no tenemos tanta sensación de velocidad.

En contra

Una vez que estamos frente a él, tenemos que reconocer que su estética no es excesivamente llamativa. Si bien es verdad que la silueta es atractiva, también hay que reconocer que la tendencia de los fabricantes a que los coches se parezcan tanto entre sí, hace difícil diferenciarlo de un Serie 7 o incluso de un Serie 3.

Otro aspecto que no nos ha gustado tanto es el motor de la versión probada. Se trata del 520d con cambio automático. Un propulsor que ofrece 190 CV. Si bien es cierto que es una mecánica que para una conducción eficiente es completamente válida, si en algún momento buscamos algo más de agilidad es preferible subir de escalón y optar por el 525d… A cambio, eso sí, con este 520d lograremos unos consumos en torno a los 7 litros, una cifra muy buena para el tamaño considerable que tiene este BMW.