Desde que se instaló en España tras nacer su hija Ana Sandra en Miami, se apagó la fuerte polémica del vientre de alquiler que contrató Ana Obregón para cumplir el deseo de su fallecido hijo, Aless. Desde que en marzo nació la hija-nieta por gestación subrogada hace casi nueva meses, Ana no se separa de ella y ayer a las cinco de la tarde vivió su primer gran acontecimiento familiar con el bautizo en el templo madrileño de La Moraleja, donde residen.

Ana, con un conjunto rosa bebé, se bajó del vehículo con su hija en brazos mientras aguardaban sus hermanos y toda la amplia familia cercana, así como decenas de amigos que estuvieron presentes en la iglesia de Nuestra Señora de La Moraleja.

"Estoy muy nerviosa, como si me fuera a casar", expresaba con entusiasmo a los fotógrafos la mamá de la neófita, el bebé se portó muy bien durante la ceremonia, luciendo el vestido de cristianar de encajes que ya han llevado otros parientes y su propio padre.

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Amalia, Javier, Celia y Juan Antonio, los hermanos de Ana Obregón la respaldaron así, con sus hijos y parejas en esta emotiva ceremonia. También destacó por su ausencia el abuelo Alessandro Lequio, que no ha conocido aún a la pequeña y ha venido mostrando todo su desdén a la iniciativa de su ex pareja. La actriz y presentadora cuenta con amigos incondicionales como su inseparable amiga y representante, Susana Uribarri, que estuvo a su lado en los peores momentos del duelo por Aless.

Tras la ceremonia religiosa en el templo de La Moraleja los asistentes disfrutaron de un banquete con una fiesta íntima donde Ana Sandra recibió los regalos por el sacramento con el que Ana Obregón abre su calendario navideño. Vivir las primeras navidades de su hija ha sido el motivo por el que ha renunciado a cualquier compromiso televisivo en estos días. En el arranque de 2023 estuvo en la Puerta del Sol con Los Morancos.