Mayo Festivo

Lleno hasta la bandera en un primer gran día de la Feria de Córdoba... pasado por agua

Lluvia en El Arenal.

Lluvia en El Arenal. / Miguel Ángel Salas

La expectación que genera la Feria de Córdoba es máxima y las casetas son la prueba de ello. En el primer gran día de esta cita tan esperada año tras año por los cordobeses, las 86 casetas que este 2023 se encargan de colmar de júbilo esta celebración (12 de ellas son institucionales, ocho están destinadas a los jóvenes, dos son de restauración y las 64 restantes tradicionales) han tenido sus salones llenos de reservas para comidas familiares y entre amigos. Un lleno que se ha mantenido en gran parte de ellas durante la tarde y hasta la noche, en este caso para proteger a los visitantes de la intensa lluvia caída sobre la capital desde las 18:30.

"Estamos llenos con un 100% de ocupación hasta el próximo jueves, aunque siempre dejamos algunas mesas libres para aquellos que no conocen nuestra caseta y quieren comer aquí", ha destacado Javier Vilches, socio y encargado de la caseta La Villa Verde y Albero, ubicada en la calle Puente Romano número 59. Un total de 260 comensales que tenían sus reservas hechas desde hace un mes y medio son los que han disfrutado este sábado tan especial de la comida y la bebida de este rincón del ferial donde, tras el almuerzo, el grupo de cordobesas Las Jipas han sido las encargadas de aumentar el ambiente festivo.

Tras el alumbrado de la madrugada del viernes que resultó ser todo un éxito y con el que El Arenal se abarrotó y casetas como Verde y Albero registraron un "lleno absoluto", muchos temían que este sábado ante los avisos de lluvia que se convirtieron en realidad mediada la tarde, los cordobeses no se animaran a vivir la Feria como tanto les gusta. Aún así, han sido miles los cordobeses que han recalado en el recinto, aunque las precipitaciones sí que han afectado la segunda mitad de la fiesta, cuando ya sobre las 18:00 ha diluviado sobre la ciudad, haciendo de El Arenal un barrizal y obligando a los asistentes a correr a resguardarse dentro de alguna de las casetas o sacar sus paraguas para no arruinar sus trajes. Ha sido el momento incómodo del primer sábado de fiesta, que se ha vivido con avisos amarillos por lluvia y tormentas en El Arenal hasta entrada la noche. 

Una familia se resguarda de la lluvia durante la Feria de Córdoba. Una familia se resguarda de la lluvia durante la Feria de Córdoba.

Una familia se resguarda de la lluvia durante la Feria de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Sin embargo, y como bien destaca Javier Campos, socio de la caseta Gloria Bendita, ubicada en la calle Mezquita junto a la portada, "hay mucha necesidad de agua, entonces la necesidad humana supera a la diversión". La lluvia, por tanto, es bienvenida en esta época de sequía. En la caseta Gloria Bendita también han tenido un primer gran día hasta arriba con todas las mesas reservadas por grandes grupos para comer desde hace meses.

Pese al amplio espacio con el que cuenta esta caseta, su patio y su zona para comensales del que se encarga el restaurante la Ermita de la Candelaria, en este primer sábado de feria tan esperado han registrado un lleno hasta la bandera. Ni siquiera la inflación ha frenado a los cordobeses para vivir la fiesta del año. Y es que, esa subida de precios que lleva afectando a la economía de los españoles desde hace meses está ya "asentada" en todos, tal y como ha señalado Javier.

"La inflación convive entre nosotros y parece que ya no es tan notable como lo fue el año pasado, pues en 2022 se registraron dos subidas de precios", ha añadido el socio de Gloria Bendita, caseta que se estrena este año con precios populares, conciertos para todos los públicos y una instalación accesible y que funciona con la energía de placas solares.

Una pareja en la portada de la Feria de Córdoba. Una pareja en la portada de la Feria de Córdoba.

Una pareja en la portada de la Feria de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

De un año para otro en casetas como La Villa Verde y Albero la bebida ha subido 50 céntimos. El precio de la comida, sin embargo, continúa igual. A pesar de la inflación, los precios, por lo general, parecen mantenerse similares a los de la Feria de Córdoba 2022. En la calle del Infierno, atracciones como el Barco Vikingo (cinco euros la entrada sencilla), la Mansión del Terror (cinco euros el ticket) o el Ala Delta (seis euros la entrada) mantienen el precio del año pasado

"Hay miedo por la lluvia, pero se nota que hay muchas ganas en la gente y en la primera noche hubo largas colas", ha comentado Antonio, encargado de la atracción del Barco Vikingo, que tuvo que parar ante la incesante lluvia que cayó sobre la ciudad. Los juegos de dardos siguen con precios de entre 1,5 y dos euros; las escopetillas a euro el disparo; probar acierto lanzando a canasta tres euros; y tomarse un vino añejo dos euros. Estas casetas de tómbolas, por tanto, no han notado cambios de un año para otro. Eso sí, traen novedades, pues los premios que más se están pidiendo son los peluches de Lilo y Stitch, de Baby Yoda, de Sonic o el muñeco de los Conguitos.

Para paliar los precios, en casetas como Ajetreo Jóvenes Empresarios de la calle Tendillas venden pulseras de descuentos. Con este complemento, la jarra de rebujito, por ejemplo, pasa de nueve a seis euros. Una medida que es económica y muy positiva dado que, como ha lamentado Carmen Pulido, encargada de la caseta, este 2023 han tenido que subir las bebidas en torno a un euro más. Eso sí, la comida sigue teniendo los mismos precios.

Ambiente en El Arenal este primer sábado de Feria de Córdoba. Ambiente en El Arenal este primer sábado de Feria de Córdoba.

Ambiente en El Arenal este primer sábado de Feria de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

"Tenemos todo reservado para este sábado desde hace meses, se nota que la gente tiene muchas ganas de feria", ha agradecido Carmen. En la caseta Ajetreo, Clara y Alicia Hernández empezaron un sábado de feria muy especial para estas dos hermanas que han venido de Málaga a disfrutar de la que es su "feria favorita de Andalucía". "La gente ha cogido con más ganas la feria este año, de hecho, el viernes nos tuvimos que quedar en la entrada de los autobuses para ver los fuegos porque ni se podía pasar", han asegurado.

Con diversión, bailes de sevillanas, mucho rebujito y una mirada al cielo para ver si la lluvia daba un respiro ha transcurrido el primer gran día de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Un sábado en el que las casetas han vivido un lleno total de comensales deseosos de disfrutar de la fiesta más esperada del año. Y es que, nada parece haber frenado la diversión en esta cita, pues, como bien ha destacado Joaquín Borrego mientras disfrutaba de una agradable comida en la caseta La Despechá: "Si llueve habrá que refugiarse, pero al ambiente no se renuncia". Y así fue, porque la llegada del agua mediada la tarde ha obligado a buscar refugio en alguna caseta, a ser posible, animada.

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