España

Zapatero explica hoy al Congreso su gestión para afrontar la crisis

  • El presidente del Gobierno tratará de recuperar la credibilidad que ha ido perdiendo al negar la mayor durante muchos meses · Rajoy tiene una gran oportunidad para sacar partido del desgaste socialista

Si la sociología no engaña, las españolas en época de crisis compran más pintalabios, mientras que a los hombres les da por cambiar de corbata con más frecuencia de lo habitual. El presidente Rodríguez Zapatero, que negó la gravedad de la crisis económica hasta el mes de agosto, tiene hoy una gran oportunidad en el Congreso de los Diputados de recuperar parte de la credibilidad que ha ido perdiendo con su optimismo antropológico.

Pero le hará falta algo más que lucir corbata nueva para salir bien parado de la cita parlamentaria, que se presume agria por los flancos que el propio Rodríguez Zapatero ha ido dejando desde que pronosticó que la economía española sufriría una desaceleración suave que sería amortiguada, sin problemas, por el superávit acumulado por Estado desde 2004, y por la obligación que tiene el líder de la oposición, Mariano Rajoy, de aprovechar una ocasión de las que pintan calvas para abundar en la idea de que la crisis económica es peor en España porque el Gobierno ha reaccionado mal y tarde. No se ha enterado y ha sido ineficaz, cuando no negligente, vendrá a decir el dirigente conservador.

La devolución vía IRPF de 400 euros, que se ha ido al ahorro en vez de al consumo, le dará, sin duda, mucho juego al presidente del PP, así como el anuncio realizado el pasado domingo por Rodríguez Zapatero en la campa de Rodiezmo (León) de que subiría un 6% las pensiones mínimas en 2009. Y el Salario Mínimo Interprofesional, que el Ejecutivo socialista había prometido subir hasta 800 euros en 2012 -actualmente está en 600-, requerido por los sindicatos y por la Carta Social Europea, y que tiene pinta de quedarse en promesa incumplida. Teniendo en cuenta que la mayoría de los 120.000 beneficiarios son jóvenes, Rajoy bien podría reprocharle, tras recordarle que la tasa de desempleo juvenil dobla a la media nacional: Usted, señor Zapatero, les ha fallado. Un fuerte incremento del paro que implicará, según ha admitido el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, un aumento del gasto de hasta 3.000 millones en prestaciones por desempleo.

Entre el arsenal de los populares, Rajoy sacará también los 100.000 millones de euros de déficit exterior, más que difícil de financiar según admitió Solbes el pasado lunes en el encuentro que mantuvo con los embajadores de España.

Son tantos los indicadores negativos -inflación, restricciones crediticias, venta de automóviles, compraventa de viviendas, consumo de cemento, etc.- que han empeorado aún más, si cabe, en los últimos meses, que sólo la propensión a la desmesura y al tremendismo que cultivó Rajoy en la pasada legislatura pueden llevarle a no salir airoso del debate. El optimismo que respira el PP, que tiene a la vista ponerse por delante del PSOE en intención de voto en la próxima encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), no puede impedirle a su líder tener, en última instancia, un gesto de grandeza con el presidente del Gobierno de su país, que afronta una crisis económica que está afectando al bolsillo y al ánimo de la mayoría de los españoles.

A su favor, Rodríguez Zapatero tiene, fundamentalmente, el plan de políticas activas de empleo -con el que pretende combatir un paro que supera ya el 10% de la población activa y que tiende, mes tras mes, a una tasa insoportable- y la firme convicción de intentar mantener las políticas sociales y compromisos como el de las subidas de las pensiones mínimas, el mantenimiento de las coberturas de desempleo, etc.. Y el convencimiento político de que debe ponerse al frente de la manifestación si no quiere ser arrollado por la crisis.

Parlamentariamente, el presidente del Gobierno cuenta con los Presupuestos Generales del Estado para 2009. Aunque antes del verano el fantasma de la prórroga planeaba sobre el Ejecutivo socialista, ahora PNV, BNG, Coalición Canaria e incluso CiU están en la mejor de las disposiciones. Hasta UPN, que cuenta con dos diputados integrados en el Grupo Popular, se lo está pensando en contra del criterio del PP.

Unos Presupuestos Generales dan para muchos encajes y para muchas corbatas.

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