Miguel Ángel Aguilar | Periodista

"Soy partidario de prohibir los aplausos en el Congreso"

"Soy partidario de prohibir los aplausos en el Congreso"

"Soy partidario de prohibir los aplausos en el Congreso" / VÍCTOR RODRÍGUEZ

Miguel Ángel Aguilar (Madrid, 1943), maestro de periodistas, se presentó con puntualidad británica en la librería Verbo del centro de Sevilla para cumplir con la entrevista sin más avisos. "No tengo móvil, no me hace falta", aseguraba mientras hojeaba su última obra, En silla de pista (Planeta), en la que hace repaso por sus 50 años de profesión. A pesar de pertenecer al Opus Dei en su juventud y venir de una familia de derechas, no oculta que salió algo díscolo: "Creí que de esa manera estaba respondiendo a lo que se esperaba de mí, que era el amor a la libertad y al buen humor. Eso es lo que yo entendí. A lo mejor lo entendí mal".

-Iba para físico, pero lleva 50 años dedicado al periodismo. ¿Ha sido feliz?

-Básicamente, sí. He tenido una vida bastante privilegiada porque he estado contento con lo que hacía y lo he hecho con convicción.

"Adolfo Suárez ha sido el que ha tenido un sentido más alto de la dignidad como presidente del Gobierno"

-Su libro En silla de pista es un álbum de su carrera. ¿Reconoce la profesión?

-La profesión es un abstracto. ¿Reconozco a los periodistas? Sí. Hay muchos y excelentes periodistas, entregados a su profesión, convencidos de la misión que les corresponde y arriesgando por cumplirla.

-¿Quedan directores de periódicos valientes?

-Sí existen. El problema es la proporción.

-¿Escasa?

-Reducida.

-¿Qué se perdió en las redacciones con la prohibición de las petacas?

-[Suspiro] No soy un alcohólico empedernido, pero creo que el alcohol facilita la sociabilidad. El esquema de vida de los periodistas no es precisamente el de los cartujos, pero es verdad que ese esquema se ha empobrecido. Los periodistas llevan ahora una vida muy pegada al ordenador, al móvil y a no sé qué...

-¿Falta calle?

-Exactamente, falta calle. Hay menos contacto con la gente. Ese déficit de contacto ha tenido consecuencias negativas en nuestra profesión.

-¿Creemos que todo está en Twitter o Facebook?

-No he hecho una encuesta, pero los periodistas han reducido su área de contacto con los demás y la han depositado básicamente en las redes sociales.

-Algunos agoreros dicen que peligra la democracia.

-La democracia y las libertades están permanentemente en peligro. Ninguna de ellas se nos da de manera irreversible de una vez para siempre. El deber de los periodistas es mantener su compromiso por la libertad. Es indeleble e irrevocable.

-¿Y se puede hacer buen periodismo y comer de él buscando el clic?

-Los que buscan el clic comen incluso de manera saciada. El problema es: ¿se puede ser periodista y vivir de él sin estar pendiente del clic? Podríamos decir que eso es más o menos difícil. El clic es una perversión. Y se ha establecido la idea de que desentenderse del clic puede llevar al hambre.

-¿Google, la araña ciega, y las redes sociales se han convertido en los verdaderos jefes de los periodistas?

-Las redes sociales tienen efectos negativos respecto a la conducta de los periodistas. Esto es fácil de decir, pero tenemos que procurar que los periodistas se desentiendan del impacto que producen y que favorezcan o que se entreguen a la búsqueda de los hechos, a la indagación de la realidad, a la verificación, al servicio de lo que entienden que reclaman sus audiencias y lectores. Es lo más sagrado de la profesión.

-Amén.

-Entregarse a facilitar los bajos instintos de la audiencia me parece bastante penoso, pero seguramente será rentable.

-Si lo más visto en una web seria son los atributos de un jugador de fútbol...

-Decía un director de la BBC, que menciono en mi libro: "Sabemos lo que quiere la audiencia, por eso no se lo damos".

-¿Cómo fue la Transición?

-Ahora parece que fue un camino de rosas, que todo nos tocó en una tómbola, que los pajaritos cantan, las nubes se levantan... pero no es verdad. Nadie dio tregua, los terroristas siguieron matando, todo fue difícil, todo requirió entrega, generosidad, etc...

-¿El golpe del 23-F tuvo más posibilidades de triunfar de lo que se nos cuenta?

-En el 23-F la pelota estaba en el alero, pudo pasar cualquier cosa. Los que hablan con ligereza de lo que pasó no tienen ni idea.

-¿Quién ha sido el mejor presidente?

-No lo sé. Con todos sus defectos, Adolfo Suárez ha sido el que ha tenido un sentido más alto de la dignidad como presidente del Gobierno.

-¿Qué queda del Felipe González de los 80?

-Está en plenitud [carcajadas]. Lo vi no hace mucho y está muy bien. Es más sabio, ha aprendido mucho....

-¿Aznar quiere volver?

-Aznar es un personaje bastante negro. Gran parte de su esfuerzo fue por polarizar España, encabronar la vida española. Me parece increíble que tenga alguna aspiración por volver una persona que la mitad de los miembros que estuvieron con él en el Consejo de Ministros están en la cárcel.

-¿Qué pensó cuando Rajoy en la moción de censura se fue a un bar?

-Bueno, yo tengo mucha debilidad por los bares, pero me parece que no era el momento de irse a un bar. Debería haber estado sentado donde la señora Sáenz de Santamaría puso su bolso.

-Con tanto aplauso, ¿el Congreso se ha convertido en un parvulario?

-Soy partidario de prohibir los aplausos en el Congreso porque son degenerativos. Por lo general, la gente aplaude lo peor. Como he escrito alguna vez: "Por sus aplausos los conoceréis".

--¿Qué escenario espera tras el resultado de Vox en Andalucía?

-Puede ser una anticipación o una vacuna. Puede ocurrir cualquier posibilidad.

-¿El asunto catalán está achicharrando al españolito de a pie?

-Sí. El españolito de a pie está muy perjudicado por el asunto catalán, lo mueve por solidaridad con otros españolitos que están en Cataluña. El españolito de a pie es solidario y piensa que, si no se defiende a la ciudadanía de Cataluña, esa ciudadanía tiene dos opciones: vivir en la resignación o reaccionar creando una milicia de respuesta a los CDR.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios