La desaparición de las cajas de ahorros ha pasado factura a Caser. Pese a la pérdida de parte del canal de comercialización bancoasegurador, Caser afronta su futuro con optimismo al lanzar una nueva estrategia de crecimiento en la que Andalucía se afianza como uno de sus pilares. Como muestra de su apuesta andaluza, el director general de Caser, Ignacio Eyries, se ha desplazado esta semana a la comunidad para inaugurar dos nuevas oficinas en Sevilla y Jerez de la Frontera.

-En los dos últimos años, Caser ha sufrido una pérdida de más del 30% del volumen de primas y se ha dejado dos puntos de cuota de mercado con la reestructuración de las cajas. ¿Qué futuro tiene Caser una vez que ha desaparecido parte de su razón de ser?

-La reestructuración de las cajas ha producido esos efectos que usted menciona y Caser ha sabido adaptarse. Antes de la entrada en 1967 de las cajas en el accionariado, Caser ya era una compañía de agentes y corredores. Al reducirse nuestra distribución bancoaseguradora, nos hemos podido apoyar en esa otra actividad que ya sabíamos hacer. Pero es obvio que nos llevará algunos años compensar esa caída del negocio.

-La concentración financiera también supondrá más cambios en el accionariado. ¿Se plantea alguna alianza con otra de las grandes compañías del sector?

--Antes de la reestructuración de las cajas, el 20% del accionariado de Caser estaba en manos de unas mutuas francesas, y el 80% restante en las de otras 35 cajas de ahorros. Con el proceso de fusiones, se ha concentrado el accionariado de Caser, de manera que ahora siete grandes bancos controlan el 80% restante. Entre ellos, hay algunos -y perdone que no diga nombres- que probablemente no tienen vocación de permanencia, al contar con sus soluciones aseguradoras. Pero Caser sí que tiene un amplísimo núcleo duro de accionistas comprometidos y satisfechos con este proyecto, que aún en el peor momento de esta transformación ha sobrevivido con unos ratios de solvencia por encima del doble del mínimo requerido. Para nada necesita Caser aliarse con otro actor para nuestro modelo de negocio futuro.

-¿Cuál es su estrategia en Andalucía?

-En Andalucía, especialmente en Sevilla y Cádiz, perdimos la distribución de la antigua Cajasol. Pero seguimos teniendo una presencia bancoaseguradora solidísima a través de Unicaja -contamos con más de 100.000 malagueños asegurados- y BMN en Granada,-donde tenemos a 85.000 granadinos asegurados. En el conjunto de Andalucía tenemos 459.000 asegurados, lo que supone el 5,5% de la población y el 18% de nuestros asegurados. Ya teníamos presencia de agentes y corredores y es la presencia que vamos a potenciar, tanto con agentes con oficinas propias como con agentes a los que damos servicio desde nuestras oficinas, especialmente en Sevilla y en menor medida en Málaga. También estamos formando agentes desde la filosofía de Caser. Estamos teniendo enorme éxito en toda España y en particular en Andalucía. Y para ellos abrimos estas oficinas. Hemos perdido parte de nuestra distribución banca aseguradora, pero lo que sí tiene Caser, especialmente en salud, es una gran imagen de marca en Andalucía.

-¿Qué objetivos de negocio tienen para Andalucía?

-Queremos hacer crecer nuestro negocio de agentes y corredores por encima del 10% en los próximos cinco años, cuando el conjunto del sector está en crecimientos muy pequeños. Hemos hecho una gran apuesta, con la ampliación de la infraestructura y la contratación de nuevos agentes.

-¿Hacia qué ramo se orienta ese modelo de negocio?

-Caser sigue con su vocación de ser una aseguradora multirramo enfocada fundamentalmente a los riesgos de particulares e igualmente a la pequeña y mediana empresa. Caser nunca fue y no quiere serlo ahora un aseguradora de grandes riesgos industriales. También quiere mantener una atención en el aseguramiento del mundo de jubilación, donde creo que la evolución de la cobertura pública va a hacer que el conjunto del sector asegurador vaya a ser más activo.

-Los observatorios de las pensiones de Caser muestran que los andaluces son conscientes de la necesidad de ahorrar para la jubilación pero no pueden. ¿Hay que esperar al cambio de ciclo?

-Las encuestas ponen de manifiesto que el 80% de los españoles es consciente de la necesidad de ahorrar. Pero la crisis económica ha marcado la situación. De hecho, Andalucía era la segunda comunidad que más ahorraba de media y ahora ha pasado a ser la antepenúltima. Y el porcentaje de andaluces que ahorraban ha pasado del 35% a poco más del 20%. Como suele pasar, han dejado de ahorrar los de economía más débil, mientras que los de más poder adquisitivo han seguido ahorrando. Por ello, la media ha aumentado de 2.200 euros anuales a más de 2.400. Es de pensar que en cuanto se reactive la actividad económica vuelva a crecer el porcentaje de ahorradores.

-Con una tasa de sustitución tan alta - relación entre el último salario cobrado y la pensión- y con la llegada a la edad de retiro de las generaciones nacidas en el baby boom, ¿hasta cuándo tiene vida el sistema actual de pensiones?

-Si los españoles se jubilan actualmente con el 80% del último salario, es normal que no se sensibilicen. Pero es la estrategia del avestruz. Las generaciones del baby boom van a llegar a la jubilación y no están teniendo los hijos que les sustituyan en la ocupación y además van a vivir muchos más años de los que se preveía. Y en consecuencia, el sistema no se aguanta y por ende, ese porcentaje de sustitución tiene que ir bajando. De hecho, ya lo está haciendo de forma tímida con las medidas introducidas por los distintos gobiernos. Es nuestra obligación sensibilizar a la población de que el ahorro para la jubilación no se hace cuando tienes 56 años como yo, sino hay que empezar a hacerlo desde joven para tener esa masa que te permita cierta renta de jubilación.