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El Gobierno andaluz jamás pensó en marzo de 1995, cuando compró por una peseta el 83% del capital de Santana Motor a la japonesa Suzuki, que el fabricante de todoterrenos nacido en 1955 estaría aún bajo su tutela bien entrado el siglo XXI. En los trece años transcurridos, la compañía ubicada en Linares se ha convertido, a su pesar, en el blanco de los ataques de quienes criticaban que se destinen ingentes fondos públicos a empresas que pierden dinero año tras año. Santana registró números rojos de 23 millones de euros en 2006 -último ejercicio disponible- pero lleva dos años seguidos reduciendo pérdidas desde los 29,8 millones contabilizados en 2004.

Un emblema de la ineficacia del sector público que, en los últimos cuatro años, se ha dado la vuelta como un calcetín bajo la tutela directa del consejero de Innovación. Francisco Vallejo, jiennense, encaró un reto en el que otros fracasaron estrepitosamente y, haciendo balance de lo ocurrido desde 2005, es evidente que la estrategia de diversificación productiva ideada por la consejería ha sido un éxito inimaginable.

Tan segura está la Junta de Andalucía de la solidez del proyecto empresarial creado en torno a Santana, que el propio Vallejo aseguró la semana pasada que el Gobierno andaluz dejará de ser propietario de la compañía en el plazo de doce meses. Si la estimación se cumple, el fabricante de 4x4 habrá estado 14 años bajo el paraguas público. Precisamente este año 2008 es cuando Innovación prevé que la empresa abandone los números rojos y cierre con equilibrio en sus cuentas, por lo que 2009 sería el momento ideal para salir de su capital.

Pero, ¿qué Santana es la que se enfrentará sola a los rigores del mercado libre? La compañía que preside José Manuel Muriel -otro jiennense ligado al proyecto desde 2004, que goza de la confianza total de Vallejo y que ha sido igualmente clave en el cambio de Santana aportando su experiencia empresarial como presidente del grupo de franquicias de restauración Zena- es hoy un holding industrial en crecimiento que ha firmado acuerdos de diversificación o colaboración con diez empresas. Además, ha propiciado la llegada de industrias no sólo a Linares sino también a La Carolina, donde posee terrenos .

La estructura societaria una vez salga la Junta no está definida. La cabecera del holding, Santana Motor S.A., sigue estando bajo control de Innovación a través de Idea y controla el 100% de Santana Motor Andalucía, la sociedad que se dedica a fabricar 4x4 civiles y militares. El resto de patas de negocio -fabricación de componentes eólicos, de metros y trenes ligeros, de ambulancias o de componentes para centrales termosolares- son de mayoría privada.

Automoción es la excepción, pero la compañía Iveco (Grupo Fiat) es la más firme candidata a quedarse con este negocio ya que desde 2006 tiene un acuerdo industrial con Santana para producir en Linares el Massif, un todoterreno para uso profesional tanto civil como militar. Una vez comprobada la capacidad y calidad de producción de Santana, la planta de Linares podría pasar a integrarse en Iveco, un líder mundial en vehículos de transporte y profesionales. Santana también ha desarrollado dos vehículos propios -el Aníbal y el 300/350- y en septiembre de 2009 dejará de fabricar el Jimny de Suzuki, con lo que se desvinculará definitivamente de la nipona tras 24 años.

La otra gran cuestión, la razón principal por la que la Junta asumió la empresa después de que Suzuki la declarara en suspensión de pagos en febrero de 1994, ha sido el empleo directo (600 personas hoy) e indirecto (más de mil en la comarca). Pero actualmente la mayoría de trabajadores ya están transferidos a las empresas mixtas privadas y el empleo auxiliar está garantizado también por esas nuevas actividades.