El territorio ya está marcado

el broche de plata

Elche, Celta y Valladolid, que jugaron el último 'play off', arrancan con potencia

Lucas, en El Arcángel.
Lucas, en El Arcángel.
Francisco Merino / Córdoba

30 de agosto 2011 - 05:02

¿Para qué dejar correr más tiempo? ¿Para qué contribuir a ese mito de inicio de temporada que asegura que a los grandes es mejor cogerlos sin rodaje? Las cosas, claras desde el principio. El Elche, el Celta y el Valladolid protagonizaron un discurso inaugural demoledor. Todos ellos disputaron el último play off de ascenso a Primera y simplemente por eso ya portan una etiqueta distinta al resto. Se les mira con otros ojos y lo saben. Ninguno ofreció el más mínimo síntoma de querer desmarcarse de la condición de favorito en su jornada de debut. Los ilicitanos machacaron al reforzadísimo Girona (1-4) en el primer partido oficial del curso, disputado apenas unas horas después de la desconvocatoria de la huelga de futbolistas. El Celta amargó el retorno a Segunda del Murcia (1-3) y el Pucela aplastó sin compasión a un timorato Nàstic (0-3).

Hablar de poderosos en Segunda División, con los tiempos que corren, resulta paradójico. Pero sí hay históricos que necesitan ascender porque si no lo hacen se hunden sin remisión. Para un puñado de clubes el paso por Segunda sólo tiene sentido si se toma como una plataforma hacia la Primera División. Los recién descendidos también dejaron su marca: el Deportivo ganó en un hirviente Riazor al Recre (1-0) y el Hércules salvó con holgura su duelo ante el Cartagena (2-0). Sólo un ex Primera no venció. Fue el Almería de Lucas Alcaraz, que no pudo con el Córdoba en El Arcángel.

¿dónde está la gente?

Los 6.628 espectadores de Córdoba suponen una cifra discreta, por debajo de la media de asistencia en las últimas temporadas al recinto ribereño. Sí, cada vez va menos gente al fútbol. Por muchas razones, más allá del azote de la crisis económica. Es un dato malo para el Córdoba, pero cuya percepción mejora -o consuela, más bien- si se analiza dentro del contexto de una Liga Adelante que no arrancó levantando precisamente olas de entusiasmo. Los 20.000 seguidores que acudieron a Riazor para respaldar al Depor después de dos décadas en Primera marcaron el récord de afluencia de público, muy por encima de los 9.100 que se sentaron en el Rico Pérez de Alicante -otro reciente Primera- para presenciar el Hércules-Cartagena. Por los tornos de la Nueva Condomina pasaron 8.036 seguidores en el retorno del Real Murcia a la división de plata, que le deparó un cruce atractivo -y mortal por su desenlace- con el Celta. El Arcángel registró la cuarta mayor asistencia de la jornada 2, lejos del Nou Estadi de Tarragona (4.000), el Mini Estadi de Barcelona (3.500), la Nova Creu Alta de Sabadell (3.500), el Santo Domingo de Alcorcón (2.500), el Pedro Escartín de Guadalajara (2.500) o El Collao de Alcoy (2.300). El total en todos los campos de Segunda ni siquiera llenaría uno de los fondos del Bernabéu o el Nou Camp. Éste es el fútbol que nos toca vivir.

la vida de los ex

Cuando una relación se rompe, se suele sentir un arrebato de curiosidad -malsana o no- por saber de la vida de los ex. Jorge Luque lució en un Elche que aplastó al Girona, que tuvo como capitán a Juanlu Hens y al central Richy como personaje negro: no estuvo fino (perdieron 1-4) y se convirtió en el primer expulsado de la Liga 11-12. En el Sabadell, Arteaga fue titular en el retorno de los arlequinados a Segunda después de 18 años (2-1 al Huesca). El Alcorcón cayó ante el Xerez (0-1) con Agus de titular y Oriol saliendo desde el banquillo, mientras que el Hércules ganó 2-0 con tantos de Juanmi Callejón y Adrián Sardinero, pretendido por los blanquiverdes durante todo el verano.

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