Dicen que uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde. En Villanueva pueden dar buena fe de ello. El cuadro jarote apenas ha necesitado un año para darse cuenta de la grandeza que le reportaron sus dos temporadas en Segunda B. De ahí que no esté dispuesto a desaprovechar la oportunidad que se le presenta ahora. Sólo dos escalones lo separan de la categoría de bronce, ese edén que puede cambiar el perfil de un club sumido en una preocupante crisis económica. El primero debe subirlo hoy ante un Racing B que quiere poner el broche de oro a la histórica campaña de la entidad montañesa.

A escasas horas para el primer capítulo de la batalla, hay motivos de sobra para ser optimistas. El Villanueva atraviesa un momento dulce de juego, tal y como demostró en la serie anterior ante el campeón vasco, un Portugalete al que siempre mantuvo a raya. El conjunto rojillo ha recuperado el espíritu competitivo tras una segunda vuelta decepcionante y vuelve a ser el equipo rocoso, compacto, sobrio en defensa y peligroso en ataque que deslumbró durante los primeros meses de competición.

Todos esos ingredientes tienen que volver a salir a la luz ante el Racing B. Porque el filial santanderino aterriza con unos números que asustan. Apenas ha encajado cuatro derrotas en lo que va de curso y ya en la serie anterior ante el Iruña demostró ser un bloque casi sin fisuras. Ante los navarros, dejó sentenciado su pase ya en la ida con un incontestable 0-2. Y, precisamente, evitar que el marcador visitante se mueva es la obsesión del equipo jarote.

Para tratar de alcanzar su objetivo, el Villanueva no estará solo. La fiel hinchada rojilla ha captado el mensaje lanzado durante la semana por el club y convertirá el Nuevo Estadio en una caldera mantenida a fuego lento por más de 2.000 gargantas. Será difícil recuperar el ambiente que irradiaba del viejo San Miguel, pero al menos, el panorama será similar. El Racing B creerá que está jugando en un verdadero infierno, del que sólo Los Palacios y el Sevilla C han logrado salir con el botín completo en su zurrón. Otros cinco, lo hicieron con un punto. Al resto, hasta 13, les tocó morder el polvo.

Rafa Carrasco vuelve a tener las ausencias obligadas del lesionado Agustín y Armindo, en Brasil por la grave enfermedad de su madre. La noticia positiva es el regreso del argentino Diego Romero, ausente en Portugalete por sanción. De esta forma, el técnico jarote gana una pieza más para componer su centro del campo, el eje en el que se sustentó el éxito en la primera eliminatoria. Porque la posición de Rafa Fernández por delante del doble pivote ha dotado al juego del equipo del equilibrio necesario en defensa y ese último toque tan desequilibrante en ataque. El capitán, lastrado por las molestias físicas durante la mayor parte de la liga, ha resurgido en el play off y se ha encargado de callar con el balón en los pies a sus críticos.

El Racing B, que ayer llegó a tierras pedrocheñas, viene con todo su arsenal. Los primeras Iván Bolado y Marcano se perfilan como los grandes enemigos del Villanueva. Sin embargo, el pichichi montañés, Platero, será duda hasta el último momento. El delantero sufrió un golpe en el último partido de la fase regular y ya se perdió los dos encuentros con el Iruña. Ángel Viadero podría reservarlo con la intención de que llegara en plena forma al duelo de vuelta. Ése será el segundo capítulo de la reconquista emprendida por los jarotes.

ALINEACIONES PROBABLES