Número uno del ranking de la FIFA y flamante campeona de Europa, España disfruta posiblemente de la mejor generación de fútbolistas de su historia. Sin embargo, mientras todos miran al futuro con optimismo, el seleccionador español, Vicente del Bosque, mantiene los pies en el suelo.

-A usted le ha tocado gestionar un éxito, algo no habitual en los cambios de entrenador. ¿Puede ser un problema?

-He tenido fortuna de llegar en este momento al fútbol español, después de un trabajo muy bien hecho. Ahora tenemos la obligación de cuidarlo y continuarlo. Soy un afortunado.

-¿Pero le ronda la cabeza hacer cambios?

-No. Prácticamente no voy a tocar nada. Pero no vamos a cerrarnos a aquellos jugadores que con su juego estén pidiendo entrar en la selección española. Tenemos que ofrecer ese estímulo.

-Pero deberán encajar en un sistema que es heredado.

-Las características de nuestro equipo ahora mismo están bien definidas, pero también hay jugadores que con otro estilo pueden ser complementarios.

-Pero a usted siempre le gustó jugar con extremos. Y Aragonés apostó al final más por reforzar el centro del campo con jugadores de toque y control.

-De eso no vamos a cambiar prácticamente nada. De hecho el último partido contra Chile jugamos con casi todos. Pero es indudable que si tenemos jugadores por las bandas que merecen venir a la selección van a venir. Y además no nos podemos centrar sólo en lo que tenemos, sino que también hay que abrir un poco el abanico ante posibles lesiones y tener previstas alternativas.

-¿Qué cree que se podría mejorar?

-Está reconocido por todo el mundo que España ha llegado al máximo de su nivel. Lo que tenemos que hacer es conservar eso. Si en algunas cosas podemos potenciarlo... pero tampoco voy a enumerar lo que se podría mejorar porque eso podría ser mal entendido. Ni voy a hablar de nuestros defectos.

-¿Habló sobre eso con Luis Aragonés en el relevo o habla ahora?

-No, no hemos tenido contacto. Se fue para Turquía. Yo tengo mucho respeto hacia él. No digo amistad, pero sí hemos tenido buena relación.

-Cuando vio a España ganar la Eurocopa, ¿sintió alivio o presión?

-La gente que tenía a mi alrededor decía que no era bueno. Y yo decía que era lo mejor que me podía ocurrir. A mí, y al fútbol español.

-¿Eso convirtió a España definitivamente en favorita para el Mundial?

-Espero que estemos entre los que opten al Mundial, pero hay grandes selecciones y lo que no podemos es presumir de que somos los mejores. Eso hay que demostrarlo en 2010.

-Este año España jugará por primera vez la Copa Confederaciones, ¿irán todos los buenos?

-Sí, iremos con los mejores. Es uno de los objetivos a medio plazo, después de la clasificación para el Mundial.

-¿Qué le parece Suráfrica como sede?

-Cuando FIFA decide ir es que existen las condiciones para que todo sea estupendo. Yo creo que para Suráfrica y para toda Africa es importantísimo este torneo.

-¿Se merecen Torres o Casillas el Balón de Oro?

-Sería un reconocimiento a un fútbol español que está de moda. Yo no creo mucho en esos premios, pero como están ahí sería buenísimo para el fútbol español que uno de nuestros jugadores lo ganara.

-Los jugadores dicen que en la selección no hay líderes. ¿Es cierto?

-En todos los grupos hay líderes. No necesariamente tienen que ser los que juegan o son muy buenos. También hay líderes que no tienen tanto eco y hacen muy buena labor de grupo. Me consta, aunque yo no estuve, que en la Eurocopa hubo jugadores como Palop que aunque no jugó ningún partido fue importante para este grupo.

-¿Y no hay envidias?

-Imagino que hay los celillos propios de las personas. No somos perfectos. Pero hay muy buena armonía. Ojalá esto no se perturbe y lleguemos así hasta el final.

-¿Es verdad que el grupo no quiere que Raúl vuelva?

-Serán rumores. Desde dentro no tengo esa percepción.

-¿Y volverá?

-De Raúl se habla porque ha jugado ciento y pico veces con la selección. Es un jugador singular y no tenemos nada en contra.