Ese perdido halo de santidad
Casillas es el principal reflejo del estado anímico de España tras convertirse en el centro de las críticas por la derrota ante Holanda Su puesto como titular ante Chile no corre peligro
Acostumbrado a leer junto a su nombre la palabra "héroe", el español Íker Casillas vive en Brasil los momentos más difíciles de su carrera después de que la goleada recibida ante Holanda le hiciera perder su halo de santidad.
Criticado y cuestionado, el portero que tantas veces salvó a la selección española de la derrota y que fue clave en el triunfo hace cuatro años en el Mundial de Sudáfrica admitió el viernes que jugó "el peor partido" de su vida en la selección española.
Casillas, apodado en España como El Santo, erró clamorosamente en el gol que supuso el 4-1 para Holanda y se le achacó otra cuota importante de responsabilidad en otros tantos que determinaron la goleada por 5-1, la peor recibida por España en un Mundial desde 1950.
El debate sobre un eventual final de ciclo de la selección quedó personificado, entre otros, por el capitán del equipo. A sus 33 años y tras 156 partidos internacionales, Casillas está viviendo en Brasil la prolongación de una última etapa complicada. El técnico portugués José Mourinho le quitó el pasado año la titularidad del Real Madrid y en la última temporada sólo hubo una mejora a medias, pues Diego López fue el titular en la Liga. Sin embargo, el Real Madrid sólo conquistó los trofeos en los que Casillas fue titular, Copa del Rey y Liga de Campeones, en los que el portero hizo paradas de mérito.
No obstante, en la final de la Champions, Casillas erró en el gol del Atlético de Madrid y sólo lo salvó de una crítica mayor un tanto agónico de su compañero Sergio Ramos, que propició la prórroga y la remontada final hasta completar el 4-1. Con la conquista, Casillas no sólo logró su tercer título en la máxima competición europea de clubes, sino también una tregua.
Sin embargo, el primer partido del Mundial volvió a ubicarlo en el centro de la crítica.
El seleccionador español, Vicente del Bosque, expuso públicamente el sábado que nada más terminar el partido ante Holanda Casillas pidió perdón a sus compañeros por sus errores. Pero, también, que "ejerció de capitán", según señaló el propio entrenador, para enviar un mensaje de orgullo y reacción para los siguientes partidos. "Fue un discurso ejemplar", resumió Del Bosque, siempre atento a los gestos de liderazgo.
Casillas también obtuvo el respaldo masivo de sus compañeros. "Esto es una cuestión colectiva. O nos vamos a casa todos o seguimos peleando todos. Hay conversaciones entre todos para sacar lo mejor, ver lo que tenemos que mejorar. Es el grupo el que tiene que reaccionar", declaró ayer Xabi Alonso.
Lo que es seguro es que España buscará la reacción con Casillas como titular. El capitán español no encuentra en la selección la competencia que sí tiene en el Real Madrid con Diego López.
La grave lesión de Víctor Valdés, del Barcelona, despejó el camino de la titularidad de Casillas. Pepe Reina es un claro segundo portero, mientras que el inexperto David de Gea es sólo una opción de futuro.
Son los momentos más difíciles de un Casillas cuya carrera es sinónimo de éxito. Campeón del mundo, doble campeón de Europa, cinco veces campeón de la Liga española y tres veces campeón de la Liga de Campeones, el portero afronta un reto distinto.
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