Ni la llegada de Julián Ruiz, ni un rival en crisis, ni la obligación de la clasificación. Nada, que no hay manera de que el Ángel Ximénez-Avia dé la talla como visitante, un lastre arrastrado ya de temporadas pasadas que tiene al equipo de Puente Genil metido de lleno en problemas para salvar su plaza en la Liga Asobal. Porque el conjunto pontanés es el que abre un grupo de cuatro que se jugarán las dos plazas de descenso -si bien una parece adjudicada ya al Cangas-, pues ha sido incapaz de evitar el corte con los de arriba. Su derrota en Pamplona le mantiene con sólo tres puntos de colchón con el penúltimo, que tampoco pudo sumar en su visita a Granollers, lo que obliga a un esfuerzo extra en las nueve jornadas que restan para bajar el telón.

El partido en tierras navarras parecía una buena oportunidad para levantar el vuelo a domicilio y sumar por segunda vez de visitante en este curso (la única vez fue para ganar en Pontevedra al Teucro), toda vez que el Helvetia Anaitasuna llevaba cuatro derrotas seguidas y acumulaba un importante cansancio tras jugar en tres competiciones.

Pero el buen hacer de Chocarro (9 goles) fue determinante para que fueran los locales los que volvieran a sonreír en un encuentro abierto hasta los últimos minutos. Porque la igualdad fue constante durante los primeros compases del encuentro, hasta que el conjunto cordobés consiguió una pequeña brecha de dos goles (7-9 m.15) con la efectividad de Costa en los siete metros.

Con poca portería en ambos equipos en la primera parte, el Anaitasuna volteó el marcador con defensa y contraataque de la mano de un inspirado Chocarro, quien con cinco goles llevó a su equipo al 12-10 (m.21). La reacción pontanesa llegó con la salida a pista de Juanlu Moyano (14-14), pero Chocarro cerró la primera parte con un lanzamiento de siete metros con el tiempo cumplido (16-15).

El Anaitasuna rompió el partido en la segunda parte al contragolpe a pesar de varias parada de mérito de De Hita (23-19, m.42), con Gastón y Chocarro como anotadores. Moyano y Chispi redujeron diferencias para el Ximénez (23-21, m.47), pero el cuadro local mejoró en portería en el segundo periodo con Nordlander y Nantes puso lanzamiento exterior ante la falta de brazo en el lateral derecho, donde los brasileños Oswaldo y Ceretta no aportaron ningún gol (26-22, m.50).

El equipo pontanés, con cuatro goles de Leo Almeida, puso emoción a los últimos minutos (28-27, m.55), pero el Anaitasuna jugó bien, pese a una exclusión, y con un gol clave de Ugarte decantó el encuentro a su favor (31-29) para seguir peleando en la zona alta y romper una racha de cuatro derrotas (una en Liga, una en Copa del Rey y dos en Copa EHF). Una crisis que, a domicilio, sigue abierta para el Ximénez.