Contra once y contra nueve
CÓRDOBA | elche · informe técnico
Javi Hervás rompe un partido en 40 metros con un gol que premia el toque · La sucesión de golpes en un choque muy áspero deriva en un 4-4-1 frente a un 3-4-1


El buen gusto del Córdoba se impuso al fútbol corrosivo del Elche, un equipo plagado de calidad pero que fundamenta sus opciones en las malas artes y ya acumula tres derrotas consecutivas. Es el otro fútbol, un fútbol que duele; que se lo digan a Charles, que acabó con la cara partida. Un fútbol destinado a desquiciarte, por lo que mantener la templanza es todo un desafío. Paco Jémez volvió a apostar por el 4-1-4-1 para buscar las cosquillas al 4-4-2 de Pepe Bordalás y el encargado de señalar el camino fue Javi Hervás, que en el minuto 35 desniveló un encuentro con los 20 jugadores de campo apiñados en apenas 40 metros al embocar una triangulación iniciada por López Garai con una recuperación en la zona ancha y prolongada por López Silva. El combinado alicantino dio un paso al frente en la segunda mitad y vio multiplicadas sus posibilidades con la expulsión de Gaspar, pero a Edu Albacar se le fue la cabeza -y el codo- y la superioridad numérica apenas les duró cuatro minutos. Luego, además, cayó Pelegrín. Con ventaja en el marcador y muchos espacios a la espalda de una improvisada defensa de tres, Borja García apuntilló en el 83'. Y El Arcángel coreó con olés un rondo a todo campo, con el 4-4-1 local bailando al 3-4-1 visitante.
DEFENSA
El equipo menos goleado recibía al más goleador. David Prieto fue la única novedad en el once con respecto al de siete días atrás contra el Celta; enfrente estaban dos delanteros voraces y peleones, el danés Nicki Bille y Ángel, con Linares como suplente. Y en las bandas, Xumetra y Palanca. Casi nada.
Pues el Elche se fue sin marcar. Su único tiro entre los tres palos, obra de Palanca tras un saque en largo de Juan Carlos y un error de cálculo de Fernández, fue despejado por Alberto García. No crearon más ocasiones. Ni siquiera explotaron la estrategia, una de sus herramientas más fructíferas.
Tras consumir el primer tiempo a expensas de salir rápido gracias a algún robo, el conjunto franjiverde regresó de la caseta con el propósito de combinar más y presionar más arriba en busca del empate. La segunda amarilla a Gaspar le tendía una alfombra roja, aunque Edu Albacar se fue a la calle incluso antes de que Paco recompusiera la zaga con Tena en detrimento de Carlos Caballero -mientras, López Garai se ubicó como central-. Ni Perico ni Kike Mateo reactivaron el ataque foráneo porque la expulsión de Pelegrín les cortó cualquier tipo de ala. Por si acaso, Jémez neutralizó el cansancio de Fuentes con el debut de Ximo Navarro, que se estrenó en la izquierda siendo diestro.
ATAQUE
El CCF encaraba la cita con la sequía a cuestas: sólo un gol por jornada. Pero este equipo no desfallece y tiene una inquebrantable fe en su estilo. Lo suyo es tocar y tocar; aunque haya que volver a empezar, aunque haya que ceder a Alberto García una vez más, aunque López Garai tenga que bajar hasta la frontal. La consigna es tocar, moverse, hilvanar. Luego, materializar las oportunidades es cuestión de acierto. Lo tuvo Hervás, que destrozó las dos líneas de cuatro del rival con una aparición por el espacio libre y un zurdazo cruzado.
Hasta entonces, Héctor Rodas y Pelegrín habían fagocitado a Patiño. Con Charles fue diferente. En su reaparición, el brasileño forzó la roja a Albacar y dio la asistencia a Borja, ya con el pivote Mantecón con central derecho, Rodas como líbero y el lateral diestro Carpio como central izquierdo. El dinamismo de los blanquiverdes con un adversario corriendo como pollos sin cabeza generó muchas situaciones francas antes y después del 2-0, aunque no necesitaron hacer más sangre. Con la de Charles bastó.
VIRTUDES
El Córdoba fue a por el partido y no se arrugó en plena batalla.
TALÓN DE AQUILES
Las bajas dejan al equipo diezmado con vistas a la visita a Almería.
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