De lo ofensivo a lo defensivo

Pablo Villa decidió dar un paso al frente para olvidar las dos derrotas recientes y juntó como mediocentros a dos de los jugadores de más calidad del plantel: Abel Gómez y Carlos Caballero. El beneficiado fue Uli Dávila, que estrenó titularidad. Era una variante ofensiva, descarada, con la que el técnico quería poner fin a los problemas del equipo en ataque, si bien tenía el riesgo de mermar la capacidad defensiva y de equilibrio. De hecho, durante la primera mitad fue el Sabadell el que pareció mandar, sabiendo ocupar los espacios de mejor manera, lo que no impidió que un contragolpe vertiginoso acabara en el penalti con el el CCF se adelantaba.

Tras el gol, el equipo juntó mucho más las líneas y minimizó las llegadas catalanas. Y más que lo tuvo que hacer al verse en inferioridad numérica por la expulsión de Pedro al filo del descanso. Este nuevo decorado no varió el sistema de Villa, que dejó a Xisco como un islote en ataque y metió a Uli Dávila en la derecha. Dos líneas de cuatro hombres y una referencia para tratar de dar salida al equipo cuando recuperara la posesión. Tocó sufrir hasta que ya en el tramo final, el Córdoba consiguió enlazar un par de contras que permitieron que el encuentro muriera en el área de Nauzet. Antes, eso sí, todo el grupo se multipilcó con éxito en la contención.